Columna Invitada

Prohibido resignarse

La adicción a las pantallas también expone a nuestros hijos a peligros externos, como el ciberbullying, la trata y la pornografía infantil

Prohibido resignarse
Ana Lilia Herrera Anzaldo / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Si la mejor etapa de la vida para formar hábitos es la niñez, un período donde los límites juegan un papel fundamental para formar disciplina, responsabilidad y en consecuencia, autonomía, ¿por qué hemos dado rienda suelta al uso y abuso de pantallas entre menores de edad?

Lo cierto es que nadie, en su sano juicio, expondría a sus hijos e hijas a “algo” que dañara su lenguaje, concentración, memoria, duración o eficiencia del sueño e incluso su aprendizaje, al exponerlos a datos poco fiables, argumentos falaces o pruebas sin demostrar con evidencias, como lo sostiene Michel Desmurget al analizar las secuelas del uso temprano y continuado de medios tecnológicos en su libro La fábrica de cretinos digitales.

Para la psicóloga y especialista en desarrollo infantil María Santos Becerril, de la UNAM, los límites también son barreras protectoras de la vida: “por ejemplo, los semáforos te marcan límites. Si está en verde, avanzas; amarillo es prevención, y rojo es definitivamente no cruces. Si cruzas ese límite, puedes provocar un accidente”.

La adicción a las pantallas también expone a nuestros hijos a peligros externos, como el ciberbullying, la trata y la pornografía infantil. Se trata de un problema de salud pública que los gobiernos deben abordar y del que la sociedad debe preocuparse, advierte Desmurget, neurocientífico francés y director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia.

Y aunque las prohibiciones no siempre son populares, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, se atrevió a tomar una medida que ha generado debate, pero sobre todo la esperanza de saber que es posible impulsar políticas con el interés superior de la niñez y la adolescencia al frente.

Así, el uso de celulares inteligentes está ya prohibido en las escuelas públicas y privadas desde nivel básico hasta medio superior, y en los congresos local y federal, se analiza una propuesta de reforma legal, para prohibir a las empresas de redes sociales dar acceso a niñas y niños menores de 14 años, además de obligarlos a que las y los usuarios de 15 a 17 años, cuenten con autorización explícita de sus padres y madres para usarlas.

Consciente de que no es suficiente, el gobierno de Querétaro convocó a los alcaldes e instruyó a las autoridades estatales para crear espacios de convivencia, deporte y cultura, para la infancia y la juventud.

Desde una perspectiva política, los lineamientos emitidos por el gobierno estatal para propiciar entornos digitales seguros, que prevengan, protejan y atiendan los derechos de las niñas, niños y adolescentes, merecen un reconocimiento particular.

Tras la amenaza que se vivió el sexenio pasado de trasladar la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), con los falsos argumentos de austeridad y duplicidad de funciones, resulta esperanzador que un gobernador asuma la responsabilidad legal que tiene de presidir el SIPINNA de su entidad federativa y de fundamentar su actuar en la legislación respectiva.

Cabe señalar que mientras el DIF coordina el Sistema Nacional de Asistencia Social Pública y Privada, para atender a la población mexicana en situación de vulnerabilidad, el SIPINNA tiene facultades jerárquicamente superiores para coordinar a otras secretarías y se enfoca en la ejecución y seguimiento a las medidas de protección para la restitución integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes. 

El efecto de una política local de alto impacto parece expandirse a otros estados y ojalá a todo el país: ahora que la presidentA de la República no solo mantiene vivo el SIPINNA nacional y lo preside, sino que nombró al frente de la Secretaría Ejecutiva a Lorena Villavicencio, una experimentada política, impulsora del Sistema Nacional de Cuidados y aguerrida activista por los derechos de niñas, niños y adolescentes, vale la pena recordar que invertir en la niñez y adolescencia no tiene colores partidistas y que el federalismo puede y debe funcionar no solo desde el centro, sino reconociendo y adoptando las buenas ideas que surgen en las entidades federativas. 

POR ANA LILIA HERRERA ANZALDO
@ANALILIAHERRERA

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