La semana anterior, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles de 25 por ciento a productos mexicanos, una medida que habría tenido un impacto devastador en la economía mexicana.
Sin embargo, tras una conversación con la presidenta Claudia Sheinbaum, el mandatario norteamericano decidió suspender la aplicación de estos aranceles. ¿Qué cambió en tan poco tiempo? La respuesta es clara, la capacidad de convencimiento de la presidenta Sheinbaum.
En un escenario donde cualquier reacción precipitada pudo haber agravado la situación, la presidenta mantuvo la templanza y la claridad necesarias para afrontar un reto de esta naturaleza. La paciencia y la firmeza marcaron la diferencia frente a un personaje impredecible como Trump.
El manejo estratégico de la Presidenta contrastó con la reacción de otros países afectados por la misma medida, como Canadá, cuya respuesta causó que un día después del aplazamiento de aranceles generalizados, Trump amenazara nuevamente con nuevos aranceles sobre la madera y los productos lácteos canadienses. De hecho, dijo que podría imponer más aranceles a Canadá.
Esto reafirma que la decisión de Sheinbaum de actuar con mesura y estrategia fue la correcta. Además, su liderazgo quedó demostrado con el respaldo inmediato de trabajadores, empresarios y gobernadores, quienes reconocieron su capacidad para defender la economía nacional, sin caer en provocaciones.
Pero este triunfo no es solo de la presidenta, es un triunfo de México. La solidez de nuestra postura y la habilidad de nuestra mandataria para gestionar una situación tan delicada envían el mensaje al mundo de que México tiene una líder que sabe dialogar, que defiende los intereses de su pueblo y que, con hechos, demuestra su liderazgo.
La decisión de Donald Trump de suspender los aranceles a productos mexicanos es un alivio, aunque no representa una solución definitiva. La política proteccionista de su administración sigue en pie, impulsada por un su pensamiento que considera que los aranceles fortalecen a su industria.
Frente a la amenaza aún persistente, la unión de todos los mexicanos representa un factor fundamental para enfrentar la presión de Trump. La historia ha demostrado que la división en el país ante amenazas externas ha tenido consecuencias negativas. La unidad implica tener una posición de defensa ante las amenazas externas.
Más allá del comercio bilateral, lo que está en juego es la estabilidad económica de México. La relación comercial con Estados Unidos es fundamental para múltiples sectores productivos y cualquier intento de imponer aranceles de manera unilateral debe ser enfrentado con inteligencia y firmeza.
De acuerdo con una reciente encuesta, la presidenta Sheinbaum cuenta con un 85% de aprobación. El Pueblo de México reconoce en ella una líder firme, con visión y con la capacidad de sortear retos globales. Sin duda, ¡tenemos mucha presidenta!
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
ANALISTA POLÍTICO, EXPERTO EN SEGURIDAD NACIONAL HARVARD
@ARTUROAVILA_MX
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