El mundo cambió. El modelo de hacer política y comercio, así como el respeto a los derechos y las libertades, se resquebraja. Las posiciones extremas nos dejan una sensación de frustración o desesperanza que se asoma, inconmensurable, ante la necesidad de argumentar y luchar por verdades y principios que, en teoría, deberían ser evidentes o universalmente aceptados.
¿Cómo no reaccionar ante la idea de expulsar a los gazatíes de la Franja de Gaza para la construcción de un resort en la Riviera Mediterránea y la indebida apropiación de un territorio?; o la indignante criminalización de los migrantes indocumentados y su expulsión encadenados de pies y manos; la eliminación total del derecho humano a permanecer; y las declaratorias de intención de perpetuar crímenes de lesa humanidad.
Hoy más que nunca, la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la desinformación, la protección del medio ambiente o la promoción de la justicia social son claves para el futuro inmediato.
La polarización, la posverdad y la negación de hechos científicos o históricos son los desafíos actuales: “Los nazis eran comunistas”; “el sistema público de pensiones es insostenible”; “quienes protestan contra el genocidio de Gaza son antisemitas”; “the climate change is a hoax”; “Israel tiene el derecho de legítima defensa”; “después de Ucrania, Rusia invadirá Europa”; “el mercado se regula solo”; “lo más parecido a una democracia perfecta es el libre mercado” (como muestra, la grotesca estafa de Milei y la cripto $Libra); “las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki eran necesarias para rendir a Japón”… ¿Les suenan estas mentiras y otras parecidas que varios líderes de la ultra derecha han repetido hasta la saciedad, y los grandes medios y las redes sociales extienden aún más?
Defender lo obvio, es reafirmar verdades básicas que deberían ser incuestionables. Reflexionar sobre la importancia de no dar por sentado aquello que consideramos evidente y mantenernos vigilantes en la defensa de principios fundamentales.
Defender lo obvio en los tiempos actuales implica, contrarrestar la era de la desinformación y la posverdad; la urgente defensa de los derechos humanos y la justicia social, privilegiando la igualdad de género, los derechos de las minorías y la protección de los refugiados; la aceptación del cambio climático y la defensa del planeta, avalando la evidencia científica sobre la crisis climática, y la adopción de medidas concretas para que la sociedad tome conciencia y actúe; acentuar la importancia de la educación y el pensamiento crítico, pues la defensa de lo obvio implica fomentar el razonamiento y discernir entre hechos y opiniones; finalmente, acrecer la responsabilidad individual y colectiva: en un mundo donde lo obvio parece estar en entredicho, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar.
¡Tú decides!
POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
@DIEGOLGPN
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