El mercado petrolero internacional, además de la volatilidad en sus precios, plantea incógnitas y desafíos sobre su futuro; ya que a pesar de que diversas predicciones han planteado su declive de manera inminente y a un paso acelerado, un informe de Standard Chartered ha confirmado que la demanda mundial de petróleo registró un máximo histórico de 103.01 millones de barriles diarios en junio, por lo que puede concluirse que la demanda mundial de petróleo aún no ha llegado a su techo y continúa a la alza.
Para hacer este cálculo, la empresa financiera Standard Chartered, se basó principalmente en los datos de la Joint Oil Data Initiative (JODI), cuya base de datos mundial es alimentada por organizaciones como la Agencia Internacional de la Energía (IEA) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); lo que le permitió junto con otras fuentes de Estados Unidos, llevar a cabo un primer cálculo de la demanda real de petróleo para el mes de junio pasado que marcó un récord histórico; pero esto no fue un dato aislado, ya que también hicieron una revisión para el mes de mayo donde se registró una demanda de 102.68 millones de barriles diarios, lo que representa la segunda media mensual más alta después de junio.
Con relación a la oferta mundial, calcularon que aumentó 160.000 barriles diarios mes a mes hasta llegar a 102.097 millones de barriles diarios en junio del presente año; cifra muy por debajo del máximo histórico de diciembre de 2023, donde se ubicó en 103.162 millones de barriles diarios; a pesar de estas cifras globales que al parecer tienen una tendencia alcista, los autores del informe, reconocen que la dinámica del mercado, más bien, se ha mantenido extremadamente a la baja.
En este sentido, la AIE en su Informe del mercado petrolero-agosto 2024, tras señalar que sus perspectivas para la demanda mundial se sitúan en un crecimiento proyectado de poco menos de 1 millón de barriles diarios para 2024 y 2025; sin embargo, subraya que hay un cambio significativo en los impulsores de esta demanda; ya que en junio, la demanda de petróleo de China se contrajo por tercer mes consecutivo, como producto de una caída en los insumos industriales, incluido el sector petroquímico; y de acuerdo a datos comerciales preliminares, en el mes de julio pasado se registra una mayor debilidad, por lo cual, las importaciones de crudo se hundieron a su nivel más bajos desde el confinamiento de septiembre de 2022, donde se paralizaron las cadenas de suministros.
En el caso particular de China, que es la economía que ha dado dinamismo al mercado petrolero desde principios de siglo, de acuerdo con los especialistas, prevalecen tres razones que provocan una débil demanda del gigante asiático: estructural, su población en edad de trabajar alcanzó su máximo en 2014-2015; cíclicas, los vaivenes de su economía; y tecnológica, el crecimiento de las renovables. Esto, nos da una aproximación de cómo el horizonte petrolero será ambivalente, complejo y desafiante.
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
COLABORADOR
@MANUEL_RDGN
PAL