Ríos de tinta podrán decirse de Octavio Romero Oropeza, actual director de Petróleos Mexicanos (Pemex), a dos semanas de entregar el cargo, pero lo cierto es que, echando números es el que más duró en la petrolera durante los últimos 30 años, pues todos los que le antecedieron no lograron terminar el cargo, algunos de ellos incluso por escándalos de corrupción.
Al ojo del amo engorda el caballo, dice el dicho. Y fue así como, durante la actual administración, Romero Oropeza se dio a la tarea de poner orden en todas las áreas de la empresa, pero principalmente supervisó pozo por pozo las actividades exploratorias y productivas.
Por ejemplo, antes, los directores de la petrolera viajaban al extranjero, con Romero Oropeza esto se terminó, ya que la prioridad era dar supervisión constante a los trabajos en campo para no dejar caer la producción.
Con decirle que solamente en dos ocasiones salió del país como director de Pemex, la primera en una visita a la refinería Deer Park, y la segunda en una gira a Washington en la que acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador. Recordemos que Pemex y quien esté a la cabeza nunca serán monedita de oro, ya que la gran cantidad de contratos y licitaciones que lleva a cabo siempre dejan a uno que otro proveedor enojado, por eso tantos ataques a quien definitivamente sentó las bases para un nuevo Pemex, intentando rescatar a la empresa de la debacle.
Ahora, Octavio Romero Oropeza va al Infonavit, donde la meta es construir un millón de viviendas para dar acceso a quienes actualmente no lo tienen.
LLEGÓ EL MOMENTO
Todo indica que el entorno económico no mejore durante 2025, diversos analistas ubican un crecimiento de 1.5 por ciento con una leve mejora para 2026, alcanzando 2 por ciento.
El deterioro en rubros como el Estado de Derecho y la incertidumbre del entorno político ocasionada por la Reforma al Poder Judicial podrían generar cautela en nuevos inversionistas reflejándose considerablemente en la relocalización de empresas –nearshoring— y que esto quede más como un deseo que una realidad. Titánica labor tendrá la nueva administración en generar certidumbre y así alejar los fantasmas de una crisis de principio de sexenio.
POR CIERTO
Con un déficit fiscal proyectado de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto, la presidenta electa Claudia Sheinbaum enfrentará un panorama económico complejo al asumir su mandato. Ya le decía que para atraer inversiones y estabilizar la economía, es crucial garantizar la certidumbre jurídica, ya que la falta de un marco legal claro podría ahuyentar a los inversionistas.
Casos como la expropiación ilegal de la concesión del Viaducto La Venta-Punta Diamante de Fibra Orión en Guerrero, generan desconfianza, frenando proyectos de infraestructura vitales para el crecimiento económico.
POR JAIME NÚÑEZ
X: @JANUPI
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