La industria manufacturera en México, y en particular en el estado de Tamaulipas, se ha consolidado como un motor clave del crecimiento económico del país. En un entorno global cada vez más competitivo, la capacidad de adaptación y el empuje de este sector han permitido a México destacarse en el escenario internacional.
En julio de 2024, las exportaciones mexicanas alcanzaron un valor de 54 mil 789 millones de dólares, lo que representa un incremento anual del 14.7%, según cifras del INEGI. Este crecimiento fue impulsado principalmente por el sector manufacturero, cuyas exportaciones aumentaron un 15.9%, alcanzando los 49 mil 745 millones de dólares. Este desempeño es particularmente notable en la exportación de maquinaria y equipo especial, que creció un 53.2% en comparación con el año anterior.
Este dinamismo en las exportaciones no solo refleja la competitividad de la industria mexicana, sino también su capacidad para atraer inversiones extranjeras significativas.
El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX) ha informado que se espera una inversión de 9 mil 50 millones de dólares en activos fijos para este año, lo que subraya la confianza de las empresas extranjeras en el potencial de México como un hub manufacturero.
El estado de Tamaulipas, en particular, ha sido un actor destacado en este contexto. Con más de 350 empresas maquiladoras de exportación IMMEX en el norte del estado y 50 empresas petroquímicas en el sur, Tamaulipas se ha convertido en un pilar de la industria manufacturera del país.
Un ejemplo reciente de este impulso es la inversión de 23 millones de dólares de la empresa NIDEC para expandir sus operaciones en Reynosa, anunciada en una reunión encabezada por el gobernador Américo Villarreal Anaya. Esta inversión no solo refuerza la capacidad productiva de la región, sino que también destaca la confianza en el talento y la infraestructura de Tamaulipas.
Lamentablemente no todo es optimismo. La desaceleración económica en la región muestra que aún persisten desafíos significativos para reactivar completamente las cadenas de proveeduría y suministro. Las empresas, aunque están en proceso de reconformación, todavía enfrentan obstáculos para retomar el ritmo de crecimiento pre-pandemia.
Además, el contexto político en México y Estados Unidos añade un nivel de incertidumbre que podría afectar el flujo de inversiones. La industria maquiladora y manufacturera, consciente de este panorama, ha intensificado sus esfuerzos de colaboración con el Gobierno federal para agilizar trámites y evitar demoras en la concreción de nuevas inversiones.
El reto ahora es cómo la industria puede no solo mantener su competitividad, sino también superar los desafíos inherentes a la crisis global, la incertidumbre política y la necesidad de modernizar sus procesos. La consolidación de la "mente factura", como la denomina el sector maquilador, es crucial. Esto implica no solo una mejora en la infraestructura tecnológica, sino también una inversión sostenida en capital humano, educación y formación, elementos clave para elevar la productividad y asegurar la relevancia de México en las cadenas de valor globales, y por lo que Tamaulipas está apostando.
La industria manufacturera mexicana, pues, con Tamaulipas como uno de sus principales exponentes, se encuentra en una posición envidiable, pero también enfrenta retos que requerirán una estrategia bien coordinada entre el sector privado y el público. Si se logran superar estos obstáculos, el futuro de la manufactura en México no solo será brillante, sino también fundamental para el desarrollo económico sostenible del país.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@ignaquiz
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