Columna Invitada

Nearshoring, está en riesgo

Antes de dejar el cargo el 1 de octubre, la supermayoría de AMLO planea implementar 18 reformas constitucionales

Nearshoring, está en riesgo
Diego Marroquín Bitar / Columna invitada / El Heraldo de México Foto: Especial

Tras la decisiva victoria electoral de Claudia Sheinbaum y el partido Morena el 2 de junio de 2024, es probable que su mentor, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y sus aliados obtengan una mayoría de dos tercios en el Congreso, lo que le otorgaría el poder de modificar unilateralmente la Constitución de México.

Antes de dejar el cargo el 1 de octubre, la supermayoría de AMLO planea implementar 18 reformas constitucionales que debilitarían el panorama regulatorio económico de México, degradarían su clima de inversión, disolverían los controles y contrapesos y socavarían la capacidad del país para cumplir con los compromisos internacionales, incluido el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).

De aprobarse, estos cambios legales, incluso el Poder Judicial, la eliminación de agencias regulatorias, el fortalecimiento de la industria energética estatal, la prohibición contra el maíz genéticamente alterado y contra el “fracking” y la minería de cielo abierto, pondrían poner en serio riesgo la competitividad a largo plazo de América del Norte y su potencial de nearshoring, poner en peligro miles de millones de dólares en inversiones estadounidenses y canadienses en México y complicar la revisión del T-MEC en 2026.

Si se aprueban, estos cambios parecerían limitar gravemente las perspectivas de crecimiento de México y su capacidad para crear empleos bien remunerados en el mediano y largo plazo.

Los problemas legales y la incertidumbre comercial resultantes podrían generar miles de millones de dólares en aranceles si las autoridades o empresas estadounidenses y canadienses solicitan una solución formal de disputas en virtud del T-MEC, así como pérdidas económicas significativas para los consumidores y trabajadores de toda América del Norte.

En otras palabras, México corre el riesgo de socavar las condiciones que fomentan la creación de empleo y el crecimiento de la inversión. Además, la posibilidad de disputas comerciales y perturbaciones económicas podría disuadir a nuevos inversores y afectar negativamente a las oportunidades de nearshoring.

En última instancia, las reformas podrían poner en peligro la renovación del acuerdo y aumentar el riesgo de que expire en 2036, lo que socavaría la estabilidad y los beneficios a largo plazo del T-MEC.

Además, estas reformas plantean un grave riesgo para la próxima revisión del T-MEC, ya que podrían estancar las negociaciones con las autoridades canadienses y estadounidenses y provocar demandas de cambios por parte de las partes interesadas en 2026. Este mayor escrutinio podría complicar las negociaciones y dar lugar a resultados infructuosos en los años siguientes.

En última instancia, las reformas podrían poner en peligro la renovación del acuerdo y aumentar el riesgo de que expire en 2036, socavando la estabilidad y los beneficios a largo plazo del T-MEC.

Las reformas de AMLO representan un punto de inflexión que socava los compromisos comerciales y de inversión de México en el marco del T-MEC, lo que hace de México un socio menos confiable para Estados Unidos y Canadá.

La reforma legal e institucional propuesta amenaza con socavar el clima de inversión de México durante décadas, perturbar la integración económica regional y debilitar la resiliencia de la cadena de suministro en un momento crucial de realineamiento económico global.

Por Diego Marroquín Bitar
Catedrático Bersin-Foster para Norteamérica en el Woodrow Wilson Center.

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