MUJERES, S.A.

Ambiciosas

La ambición femenina es un tema casi esotérico

Ambiciosas
Claudia Luna / MUJERES, S.A. / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

En mi camino profesional y personal, me han acusado de todo: que soy más lista de lo que me conviene ser, que soy más mala que bonita, que soy demasiado ruda para un cuerpo tan chiquito, entre otras muchas, muchas joyas. Pero el “insulto” que más he disfrutado siempre es cuando me acusan de ser MUY AMBICIOSA. He navegado las complejas aguas de ser una mujer ambiciosa en una sociedad latinoamericana, donde las realidades culturales y sociales me exigían un camino muy distinto.

La ambición femenina es un tema casi esotérico. Por un lado, se nos critica si somos demasiado ambiciosas, pero si elegimos tomar un camino alternativo para cultivar otros aspectos de nuestra vida entonces se nos acusa de no tener las mismas ambiciones de nuestros colegas hombres. Al mismo tiempo, las aspiraciones femeninas siempre se perciben con cierto recelo, casi con desconfianza, porque claro, la ambición terrenal no resuena con el papel tradicional de las mujeres en el mundo. 

Las mujeres enfrentamos desafíos únicos que no se pueden ignorar. Desde las expectativas familiares y sociales hasta la discriminación y el acoso en el lugar de trabajo, nuestra progresión profesional no solo depende de nuestras capacidades, sino también de nuestra habilidad para navegar en un sistema que no fue diseñado para nosotras. Las expectativas tradicionales aún nos limitan y nuestras barras son considerablemente más altas: se espera que seamos madres dedicadas, esposas ejemplares, hijas abnegadas y en la oficina se espera también que nuestra carrera profesional nunca ceda precedencia a nuestras responsabilidades en el hogar.

La ambición para nosotras no es solo una cuestión de escalar la jerarquía corporativa o económica; es un acto de resistencia. Es luchar por nuestros derechos, por nuestra voz, por nuestros espacios, por nuestras opciones.

Sin embargo, creo que es momento de redefinir lo que entendemos como ambición. Es momento de olvidarnos de los esquemas tradicionales para alcanzar el éxito profesional (que ha servido a los señores siempre), que tiene tiempos, ritmos y momentos que pueden no alinearse con tu historia. ¿Qué es el éxito para tí? y ¿cuál es el plan de vuelo ideal para llegar a tu meta? Puedes construir tu propio camino, aunque no se parezca al de nadie. El camino al éxito no es único ni es lineal. Es tuyo y tú lo diseñas como tú quieras porque tu vida, tu historia, tus retos, tampoco se parecen a los de nadie.

Las instituciones y los líderes también tienen un papel en esto. Tenemos que crear opciones de crecimiento flexibles que permitan a las mujeres seguir escalando en sus profesiones sin tener que elegir entre el éxito profesional y el desarrollo familiar. Esta flexibilidad no termina con “horarios flexibles” y debe ir mucho más allá para apoyar y promover esquemas que permitan a las mujeres, quienes tienen una carga familiar aún desproporcionada en comparación con sus pares hombres, diseñar una estrategia que funcione y considere las distintas aristas.

Por último, por favor, sé ambiciosa, sé todo lo ambiciosa que puedes ser, sin culpa, sin remordimiento y si incómodas…el problema es de alguien más.

POR CLAUDIA LUNA
FUNDADORA DE THINK PINK
THINKPINK.MX

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