Muerte, erosión, deterioro, crisis, retroceso son apenas algunos de los términos que, de un tiempo acá, suelen acompañar la discusión sobre el estado de la democracia en el mundo. Comparado con lo optimista que fue en la década de los noventa, el vocabulario político actual ha adquirido un tono francamente sombrío, descorazonador, pero muy sintomático de un cambio tan imprevisto como drástico: el tránsito, en cuestión de treinta años, del esperanzado “fin de la historia” (Francis Fukuyama) a la abrumadora “revancha del poder” (Moisés Naím).
El ocaso de la democracia. La seducción del autoritarismo (Debate, 2021) es un testimonio, a medio camino entre el ensayo y la crónica, que narra el surgimiento no solo de líderes autoritarios —como Víktor Orbán en Hungría, los hermanos Kaczynski en Polonia o Donald Trump en Estados Unidos—, sino también de fenómenos disruptivos como la creación del partido ultraderechista Vox en España o el triunfo del Brexit en Reino Unido.
Su autora, Anne Applebaum (Washington D. C., 1964), es una destacada periodista y escritora que se encuentra en una posición muy privilegiada para analizar estas transformaciones. Ha vivido buena parte de su vida adulta entre Estados Unidos y Europa (también tiene la ciudadanía polaca); es especialista en historia europea, particularmente soviética y de Europa del Este; y forma parte de un mundillo político-cultural que se ha visto desplazado por las convulsiones de estos tiempos. La suya es la visión de una élite vencida.
Applebaum explica la derrota de la élite a la que pertenece y el cambio de bando entre muchos de sus compañeros de viaje a partir de la fuerza de la “seducción autoritaria”. Esta explicación tiene la virtud de poner el énfasis en una lógica más política que ideológica, es decir, de identificar las oportunidades que ofrece el autoritarismo para satisfacer las ambiciones de políticos e intelectuales de escaso éxito, para movilizar resentimientos y agravios sociales, y para terminar disputándole eficazmente el poder al establishment.
Aunque la trama central de su libro sea el proceso de regresión democrática, entre sus páginas se perciben otros problemas subyacentes. Uno de ellos es la disputa entre la derecha neoconservadora —por la que Applebaum hace explícita su nostalgia— y las nuevas derechas etnonacionalistas. Otro problema, que la autora no logra resolver, es la dificultad de describir lo que resulta novedoso de los autoritarismos antiliberales del siglo XXI sin reciclar los viejos tópicos anticomunistas del siglo XX.
El primero constituye un feroz pleito de familia; el segundo, un intento fallido de darle reanimación cardiopulmonar a la Guerra Fría. Más allá del fantasma de la URSS, llama mucho la atención lo marginal que es la izquierda en su relato. No interesa, no figura, no importa. Dicha marginalidad debería repensarse, pues podría ser significativa para dar cuenta del tema que sí ocupa a Applebaum.
¿O de veras el ocaso de la democracia no tiene nada que ver con el colapso de los partidos tradicionales de izquierda?
POR CARLOS BRAVO REGIDOR
COLABORADOR
@CARLOSBRAVOREG
MAAZ