La Cámara de Diputados está al borde de aprobar una reforma en materia de pensiones, impulsada por Morena, que podría constituir un preocupante precedente en la protección de los derechos laborales en México. Lo que se vende como un esfuerzo por asegurar el bienestar de los jubilados mayores de 70 años, en realidad se perfila más como una preocupante confiscación de sus ahorros.
Esta iniciativa pretende transferir los fondos de las cuentas de Afores a un nuevo fondo administrado por el gobierno. Se estima que entre 30,000 y 40,000 millones de pesos de los ahorros de los trabajadores podrían ser redirigidos a este fondo. Esta maniobra es percibida por muchos como un intento del gobierno actual de apropiarse de los ahorros de toda una vida de trabajo, poniendo en riesgo la seguridad financiera de los más vulnerables.
En lugar de proteger a quienes han contribuido durante décadas, esta reforma plantea utilizar sus recursos para financiar otras iniciativas gubernamentales, sin garantías claras de que estos fondos se gestionarán de forma tal que realmente beneficien a los titulares originales.
La falta de transparencia y detalle en la metodología de devolución de estos fondos enciende muchas alarmas. Sin un proceso claro y justo para la recuperación de los ahorros, esta reforma se asemeja más a un robo que a un intento legítimo por mejorar el sistema de pensiones. La ciudadanía debe estar alerta y exigir cuentas claras y mecanismos de protección para asegurar que no se cometan más abusos.
La votación se llevará a cabo la próxima semana, por lo que el tiempo para influir en el curso de esta nueva legislación es mínimo. Este es un momento crítico para los trabajadores y jubilados de México, quienes se enfrentan a la posibilidad de ver comprometidos sus derechos y seguridad económica sin un debate adecuado o la oportunidad de una intervención efectiva. Es vital que los ciudadanos estén informados y preparados para responder a las consecuencias de esta reforma impulsada por este gobierno.
Una vez aprobada en la Cámara de Diputados, que es la cámara de origen para esta reforma, el proceso legislativo requiere que la propuesta sea revisada y aprobada también por el Senado. La aprobación en ambas cámaras es esencial para que una reforma se convierta en ley. Dada la trascendencia de esta reforma y las implicaciones que tiene para el futuro económico y social de los mexicanos, es crucial que se ejerza un análisis exhaustivo.
Los trabajadores de México merecen un sistema de pensiones que garantice seguridad y estabilidad, no uno que amenace con despojarlos de sus ahorros justo en el momento de su vida en que más necesitan apoyo. Esta reforma no solo es una preocupación inmediata para los mayores de 70 años, sino una señal de alarma para las futuras generaciones que también dependerán de la integridad de este sistema.
Con las elecciones del próximo 2 de junio en el horizonte, la composición del Congreso jugará un papel decisivo. La pérdida de la mayoría simple de Morena en el Congreso podría ser determinante para evitar la aprobación de reformas que muchos consideran dañinas para el bienestar de México.
Itzel Arellano Cruces
Jefa de Oficina de la Coordinación del GPPAN en la Cámara de Diputados.