México se ha vuelto un país de destino y no de paso para los migrantes que pasan por el territorio nacional. A pesar de los problemas, muchos de ellos buscan rehacer sus vidas en la espera de la obtención de cita de asilo para los Estados Unidos, una de las comunidades que se ha adaptado a los cambios es la haitiana.
La comunidad caribeña ha lidiado con bastantes problemas en su camino hacia México, al salir de su país se asentaron en Brasil y otros países sudamericanos, pero tuvieron que migrar por las políticas migratorias restrictivas aplicadas por los Gobiernos, ejemplo, la Administración de Bolsonaro cuya ideología es de derecha, estaba en contra de la migración.
Haití es un país que desde su independencia no ha podido mantener una estabilidad política, económica y social. Además, por su posición geográfica, suele sufrir de catástrofes meteorológicas como los huracanes, motivo por el cual ha padecido de un desplazamiento de sus ciudadanos.
Otra problemática que aqueja a esta nación son los altos niveles de inseguridad y de corrupción, cabe recordar que en 2021 asesinaron al presidente Jovenel Moïse en su residencia, esto nos da una perspectiva de las condiciones en las que se vive.
Nuestro país, de acuerdo a varios registros, alberga a cerca de 110 mil haitianos, solo en la Ciudad de México hay unos 45 mil. Esto nos habla de una gran comunidad en territorio nacional. Lo que llama la atención es la resiliencia que han mostrado para permanecer durante tantos años y esta capacidad rehacer su vida e incluso desarrollar formas de contribuir al país, al buscar empleo y adaptarse a la cultura mexicana.
La resiliencia nos habla de la capacidad de las personas de adaptarse a las circunstancias, aunque estas sean poco favorables. Nos habla de cómo los seres humanos trabajan para poder salir adelante y crean redes de apoyo para quienes van llegando a un país, algo que no nos es ajeno como mexicanos y migrantes también.
Uno de los mayores problemas que enfrentan en nuestro país son la xenofobia y la aporofobia que persiste en cierta parte de México, porque se tiene esta idea de “el extranjero le quitará el trabajo al nacional” o en donde se les niegan servicios básicos por no tener documentos.
Aplicar mayores recursos para realizar talleres y foros en escuelas y en medios de difusión para que la población pueda entender el contexto por el cual los migrantes salen de sus países, principalmente quienes llegan de Centroamérica y Haití, ayudaría a crear empatía en la sociedad mexicana y una mejor adaptación de ambas partes.
México tiene una gran tradición de asilo y hospitalidad, lo ha demostrado durante el siglo XX, dónde recibió a la comunidad libanesa, judía y armenia, quienes sufrieron persecución y encontraron en nuestro país un lugar donde pudieron rehacer su vida y han contribuido en el crecimiento económico y cultural. También puede ser un lugar para que los haitianos puedan encontrar paz y la seguridad para sus familias y continuar con la costumbre de ser un país anfitrión.
POR: AZUL ETCHEVERRY
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