Columna Invitada

Anatomía de la crueldad

Como dice Bertrand Russel. “El miedo es el padre de la crueldad” 

Anatomía de la crueldad
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de México Foto: Especial

Ser ruin en este planeta está siendo un episodio constante de aquellas personas que tienen el poder, puede ocurrir en diferentes espacios, incluso en aquellos donde el conocimiento o la cultura deberían ser antagonistas absolutos de estas prácticas. 

Nuestra sociedad ha presenciado, de forma pública, uno de los episodios más infames que resalta el abuso de poder del que se puede ser capaz. Seguro ya tienes en mente a que me refiero, y es qué la crueldad en nuestro país se ha configurado como una forma de actuar desde lo más alto del poder y tiene refugio gracias a la indiferencia social, la intolerancia de la que somos capaces, y la falta de empatía, socavando los cimientos del respeto mutuo.

Como dice Bertrand Russel. “El miedo es el padre de la crueldad.”  

Cada palabra puede resolver un problema o crearlo, pero en el ocaso del poder no existen límites, ni puentes de conversación; y la razón se vuelve miope, debido a que la pérdida de las canonjías nos retorna a la simple vida que tiene cualquier ciudadano, lo cual resulta particularmente difícil para quien ha disfrutado de excepciones a las leyes, y múltiples beneficios.

En ese terreno quiero que te imagines la sensación de Jesica Zermeño, reportera de Univisión, al preguntar al hombre de mayor poder de México. Seguramente tuvo palpitaciones, respiración entrecortada, temblores, subida de presión. Todo aquello para desarrollar su trabajo. Supongo que nada de lo anterior es agradable, pero una cosa si lo fue. Vencer el miedo a un Goliat, del que consiguió una declaración desnuda, fuera de los disfraces del cuidado político. ¡Qué cambie de teléfono! 

Algo que disparo las redes, por las enormes repercusiones que originaron en lectores u observadores, que compartieron dichas sensaciones, junto a la comunicadora, que al unísono vivieron la humillación, desprecio y la prepotencia.  Mavi Sánchez Vives lo explica de la siguiente forma: cuando empatas las emociones se tiene la sensación de estar ahí presentes, y sufrir al hacer las mismas acciones. Muchas personas fueron esa reportera y aquella otra a la que publicaron su número telefónico. Sólo por hacer su trabajo.

Claramente, la filtración de celulares de los personajes públicos, de la estructura del poder y de la política, es una respuesta de tecnólogos quienes tomaron la justicia en propia mano, ante la inacción de las instituciones que deberían establecer límites al poder gubernamental. 

Para Mariano Sigman, cuando la palabra es monopolizada o cuando prevalece el ánimo de confrontar, se potencian los errores. De ahí, las tendencias que marcan la pauta de un enojo social cada vez más generalizado. Con lo anterior, se debe asumir que cualquier persona puede cambiar de opinión, a pesar de las encuestas que señalan una disparidad absoluta, entre las personas que hoy contienden para liderar el gobierno. 

Muchos han olvidado que la verdadera grandeza radica en el respeto y la colaboración, pero sobre todo han dejado de lado la susceptibilidad de ánimo que imprime una agresión, a una persona que no posee más que su trabajo para salir adelante.

Es incuestionable, que el carisma es una virtud que puede perderse en cualquier momento de debilidad. En el caso específico de la política, donde todo es relativo, lo que ayer funcionaba, puede que hoy te destruya y decir ocurrencias, ésta gestionando una caída libre que comienza a percibirse, en el caos que hoy está presente. 

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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