Columna invitada

Los Luises

Unos era titular de la Patrulla Fronteriza y el otro de la Oficina de Inmigración en los puentes y garitas. El señor Luis G tenía una fuerte ascendencia mexicana

Los Luises
Antonio Meza Estrada / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Unos era titular de la Patrulla Fronteriza y el otro de la Oficina de Inmigración en los puentes y garitas. El señor Luis G tenía una fuerte ascendencia mexicana de Chihuahua. Décadas atrás migraron a El Paso y allí se asentaron. Con el tiempo, Luis obtuvo empleo en la oficina de inmigración e hizo carrera.

El otro Luis era oriundo de Panamá. Como muchas otras familias de ese país migraron a los Estados Unidos y con la formación que recibió en su servicio militar, ingresó a la Academia de la Patrulla Fronteriza. Con su buen desempeño fue ascendiendo y alcanzó la responsabilidad de coordinar el sector EL Paso, alrededor de 600 kilómetros, la mayor parte, desierto.

Cuando llegue como Cónsul de México, mi primer contacto fue con ellos. Curiosamente esa misma mañana me reuní separadamente con los dos en sus propias oficinas. Al final me invitaron al almuerzo.

Con ellos visité centros de detención, los puentes y el titular de la Patrulla Fronteriza me invitó a los talleres de inmersión que se ofrecen a los cadetes egresados de academia y que ingresan al servicio activo.

El tema más delicado que atendimos juntos fue, el de los menores no acompañados que eran detenidos y luego transferidos a la custodia del Consulado. Cada uno de ellos era una tragedia y una odisea localizar a sus familiares, allá o en México.

Otro tema delicado fue el intercambio de prisioneros que se hacía cada mes en el aeropuerto de El Paso, con la estrecha vigilancia del Alguacil del Condado y la Policía Judicial Mexicana.

A fines del año 2001 observamos el incremento en la detención de adolescentes en las garitas de los puentes. El motivo es que, jovencitos de clase media utilizando el carro de la familia descubrieron que pasar droga al otro lado era un negocio redituable… pero altamente riesgoso.

Los Luises, sus agencias y el Consulado iniciamos una vasta campaña de orientación en Ciudad Juárez para prevenir, advertir a las familias de este nuevo problema y buscar la solución en sociedad.

Ya no vi los resultados: fui transferido a Detroit, pero, me quedé con la grata vivencia de esos profesionales agentes del gobierno norteamericano con un gran sentido humano en el manejo de las personas que ingresaban a esa región de la frontera, indocumentados.

POR ANTONIO MEZA ESTRADA

COLABORADOR

YERBANIS33@GMAIL.COM

MAAZ

 

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