Se me han acumulado algunos temas a tratar en la entrega del día de hoy. Por lo pronto, ya podemos hacer un recuento de los daños desde que se implementó el formato de competencia en la Liga MX como para saber que quizá económicamente será algo rentable, pero para el espectáculo, y, sobre todo, para los equipos de arriba, es contraproducente.
Se tuvo la idea de en el afán de “agringar” dicho con el mayor de mis respetos, el futbol mexicano, generar un Play-in, como el que se tiene en la NBA. Recortamos a dos equipos del nauseabundo repechaje para que no califiquen 12 equipos sino 10 a la siguiente fase. De ahí sólo quedarán ocho. El grandísimo problema es que ya se confirmó que es una absoluta pérdida de tiempo. Este es el tercer torneo en que se disputa el Play-in, y adivinen quienes han pasado a la Liguilla. Sí. Acertaron. El 7 y 8 de la tabla. No ha habido ninguna sola sorpresa en un año y medio.
Me parece que es momento de empezar a hacer corte de caja y dictaminar que esto no debería ir más. Dudo que para enero se pueda suprimir, pero por lo menos tratar de que para el Apertura de 2025 se les ocurra otra idea. ¡Qué culpa tienen los primeros seis de la clasificación para tener que parar prácticamente 20 días sin jugar un partido oficial!
Esto no es un secreto para nadie. Se termina cortando el ritmo de competencia y tienen que buscar amistosos por debajo de las piedras, a veces para algunos sin éxito, lo que es perjudicial para una escuadra, por ejemplo, como Cruz Azul que acabó rompiendo récord en torneo de 17 fechas. En fin. Esperemos que estos directivos cuya brillantez no es su característica principal, terminen haciendo algo a favor de nuestro balompié. Ya por lo menos avanzaron un poquito con el tema de la regla de dizque menores, en donde terminaron saliendo jugadores como Isaías Violante o Gilberto Mora, de Tijuana que, de no haber sido por la misma, no habría jugado quizá nunca y se devoró todo el medio sector en su eliminatoria contra Atlas.
Postdata larga transgrediendo un poco los principios de la lengua. La ventaja inverosímil que terminó perdiendo Tigres Femenil en la final ya tendría que poner los focos de alarma en Sinergia deportiva, porque por mucho menos de esto prescindieron de Roberto Medina que se encargó de dar sus glorias iniciales al club y su único pecado es tener un poco de déficit en su funcionamiento, pero vaya que lo de su estratega, Milagros Martínez es terrorífico. Ya había picos abominables en su accionar dentro de la cancha en fase regular. En Liguilla iba ganando 2-0 a América y le terminaron empatando el global, y ante Rayadas tenía ventaja de tres y le volvió a dar miedo y otra vez tuvo una actitud conservadora. Algo me dice que la española tendría que ir haciendo maletas para regresarse a probar el delicioso aroma de la paella y los bocatas llenos de chorizo ibérico y lomito con sus patatas bravas.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
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