Malos modos

Vive le Prix Versailles!

Tenemos un aeropuertazo. Sobre todo, tenemos una Transformación que fue meticulosamente diseñada por el EQPMPDM

Vive le Prix Versailles!
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El Doctor Patán, otra vez, se llenó de lágrimas —de lágrimas de las buenas, se entiende— ante la evidencia categórica del legado del Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM). Me refiero al Prix Versailles, que candidateó al AIFA como uno de los aeropuertos más “bellos”
del mundo. 

Tuve que superar ciertos escepticismos de entrada, debo reconocerlo, el primero de los cuales tiene que ver con el uso de la palabra “bello”, que, estoy convencido, no usa ninguna persona con un mínimo sentido del gusto, no digamos una institución dedicada a premiar lo mejor de la arquitectura. Vaya, que uno suspende en automático la admiración, la que sea, por alguien que dice “Qué bello”. Supongo que estarán de acuerdo. 

Luego está el problema de la página del referido “Prix”, que está medio paya. Aquí a su doctor, que francamente no había oído hablar del Versailles, le recuerda a la que en su día diseñó una compañera de la prepa que chambeaba como “Wedding planner” y que, casualidades de la vida, tenía al grueso de su clientela justamente en Zumpango, que etimológica pero sobre todo simbólicamente es el lugar donde está el tzompantli, y que es donde está esa joya arquitectónica
del bienestar. 

Pero la 4T es, antes que nada, un acto de entrega, y terminé por entregarme a la felicidad de un logro que es de todos, encarnados en el EQPMPDM y en el Ejército, pueblo uniformado.

Sobre todo, el premio llegó en una semana medio difícil para la Cuarta Transformación de la Vida Pública, cuyo legado eterno se vio como que con lamparones a causa de, primero, la ocupación a lo mejor ya permanente de Culiacán por el crimen organizado, legado sangriento del neoliberalismo; enseguida, la nueva destrucción de Acapulco y sus alrededores, otro legado de la pesadilla neoliberal; y, para remate, por la decapitación de un presidente municipal,
que ídem. 

La Cuarta, sin embargo, va. Tenemos un aeropuertazo. Sobre todo, tenemos una Transformación que fue meticulosamente diseñada por el EQPMPDM, Supremo Arquitecto de la Historia Patria. Me explico. 

Construido al aeropuerto con sus guiños prehispánicos, sus tianguis, sus doraditas y coqueterías como que —si me permiten el coloquialismo, que me parece muy a tono con el aeropuerto— te puedas echar una firma viendo a los ojos a Chespirito, toca al Segundo Piso de la 4T que el Felipe Ángeles tenga algún tipo de conexión con la Ciudad de México distinto a un taxi de dos mil pesos o un micro agarrado en la carretera, que aterricen algunos otros vuelos que no sean de Mexicana y que abran algunas tiendas más allá de los pastes, que, con mis disculpas para los hermanos hidalguenses, pueden ahuyentar por sí solos al turista más curtido.

Con todo, hoy, otra vez, de lo que se trata es de celebrar. Vive le Prix Versailles! Vive la Quatrième Transformation! 

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ

 

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