Se ha cerrado un capítulo: el sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha llegado a su fin, y con él, han surgido diversas visiones sobre el país que tenemos y el que anhelamos. Es indiscutible que el ahora expresidente dejó en la opinión pública un sinfín de comentarios que quedarán en la memoria colectiva, tanto a favor como en contra de su narrativa.
Este sexenio estuvo marcado por una agenda que se definía desde Palacio Nacional; los temas relevantes se establecían en las conferencias mañaneras, generando eco en todos los medios con sus argumentos, ideales, controversias y, por supuesto, sus declaraciones polémicas.
Finalizó un periodo que silenció a muchos opinólogos, sacó de sus casillas a más de un “intelectual” y llevó a muchos expertos a reconocer sus errores teóricos ante resultados contundentes en áreas como la economía y el desarrollo.
Este sexenio enfrentó grandes desafíos: una pandemia que colapsó hospitales, olas de violencia con ataques en plena luz del día, deficiencias en el suministro de medicamentos y escándalos mediáticos por corrupción.
Se despidió un gobierno que promovió el desarrollo en regiones olvidadas del país, construyendo trenes, aeropuertos, refinerías, hospitales, escuelas y carreteras en lugares donde parecía que la infraestructura nunca llegaría.
El presidente que se va, a mi parecer, logró lo que ningún otro había podido: politizar a todo nuestro país. Su mensaje político llegó a los rincones más remotos, consolidando su poder a través de su narrativa y también sus acciones; este gobierno incrementó el salario mínimo, borró el “outsourcing” y logró que cerca de 9.5 millones de mexicanos salieran de la pobreza.
Se despide el presidente más polémico que he visto, pero no sin dejar una última controversia: ¿puede irse sin intentar influir?
Ahora comienza un nuevo gobierno, encabezado por la primera presidenta de nuestro país. Claudia Sheinbaum Pardo asume el mando en un contexto lleno de desafíos. Desde el primer día, ha dejado claro su enfoque humanista y pragmático, con ideas y proyectos concretos para todo el país.
Hoy contamos con una presidenta que ha definido su rumbo y que ha expresado sin ambigüedades su visión. Si bien comparte principios con López Obrador, será ella quien escriba esta nueva historia. No tengo dudas de que el gobierno de Sheinbaum Pardo tendrá un camino significativo por recorrer, gobernando para todos y por todos.
Ing. David Ricardo Rodríguez Godoy
Especialista en Infraestructura
@DavidRodzG
