Desde Afuera

¿El día de la qué?

¿Descubrimiento? Para los europeos, sí. Para los pueblos originarios, una tragedia. Pero Colón puso un continente en los mapas

¿El día de la qué?
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El 12 de octubre, el Día de la Raza o de la Hispanidad o la diversidad cultural o quién sabe que, llega este año en medio de controversias renovadas, al menos en México. No es nuevo que hablar del descubrimiento de América y de Cristóbal Colón sea para algunos poco menos que un insulto.

¿Celebrar el Día de la Raza? No, y menos aún cuando los gobernantes de México y España se encuentran enfrentados por una demanda de excusas por la conducta de los peninsulares durante la Conquista.

Estoy de acuerdo hasta cierto punto. Cristóbal Colón hizo sus viajes en busca de llegar al Extremo Oriente y murió en 1506 sin saber a dónde había llegado. ¿Descubrimiento? Para los europeos, sí. Para los pueblos originarios, una tragedia. Pero Colón puso un continente en los mapas y el imaginario de su tiempo.

Para bien o para mal, todos los viajes anteriores, sean del casi legendario vikingo Eric el Rojo y los mitos en torno a exploradores fenicios, romanos y chinos, son por lo pronto y hasta ahora solo anécdotas.

Colón, pues, pudo ser un descubridor "chafa", pero fue el primero. Y para bien o para mal, estaba al servicio de lo que era entonces el Reino Unido de Castilla y Aragón, el antecedente a la integración de lo que hoy es España, bajo los reyes católicos; luego, bajo la dinastía de los Austria de 1504 a 1700 y luego la familia Borbón, hasta ahora.

Pero España era, entonces, un concepto apenas menos difuso que México –que acabó de fraguarse en el siglo XIX–, y un país con un exceso de militares, aventureros, clérigos tras el final de la guerra de reconquista contra los moros, deseosos de labrarse un nombre y, sobre todo, riqueza.

Esos fueron los que llegaron al continente americano. No los heroicos caballeros en misión civilizadora, ni los ruines aventureros en busca de riqueza y dominación. Hubo buenos, malos y regulares –como en cualquier grupo humano– pero sobre todo gente de su tiempo, con virtudes y defectos. Hubo hombres de trabajo y buenas intenciones, hubo personajes crueles, incluso malvados.

Pero como ocurrió, lo hicieron a costa de los nativos, que tampoco vivían sociedades idílicas. Abusaron de ellos, los explotaron, se apoderaron de sus recursos y desplazaron sus culturas. El relato es inacabable, y la polémica más fuerte aún.

¿Debe España disculparse por la Conquista y la Colonia? es una pregunta con respuesta condicionada a opiniones personales.  
Para muchos españoles en España, los que cometieron las barbaridades fueron los antepasados de los criollos y mestizos que hoy dominan Latinoamérica y la hemos hecho, como México, lo que es.

Aunque simbólico, el diferendo que enfrenta a los gobiernos de México y España parece absurdo, casi un referente del mito de la necedad gallega que solo puede darse entre dos países tan parecidos.  Por algo en México el debate se realiza en español, pero en España en castellano.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                         

@CARRENOJOSE

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