Definiciones

Acapulco, golpe tras golpe

La ausencia de gobierno y ley, pasa factura. El abandono de las instituciones, trae consecuencias. El crimen se ensaña con el Puerto

Acapulco, golpe tras golpe
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Los acapulqueños ya no sienten lo duro, sino lo tupido. La ausencia de gobierno y ley, pasa factura. El abandono de las instituciones, trae consecuencias. El crimen se ensaña con el Puerto.

Los acapulqueños ya no sienten lo duro, sino lo tupido. La ausencia de gobierno y ley, pasa factura. El abandono de las instituciones, trae consecuencias. El crimen se ensaña con el Puerto. Ya son cinco días en que el transporte público está suspendido ante las amenazas, extorsiones y la quema de vehículos de la delincuencia. Los transportistas pararon porque demandan seguridad.

Cientos de choferes tienen miedo. No quieren regresar a trabajar porque al hacerlo se juegan la vida. Las rutas más afectadas con aquellas que cubren rutas, además de en el Puerto, que van hacia los municipios de San Marcos, Coyuca de Benítez y Atoyac. Desde el pasado jueves 10 comenzó el paro, tras los ataques de integrantes de una organización criminal.

Es el transporte, sí, pero Acapulco vive un drama por todos sus frentes desde hace 82 días, cuando el huracán Otis golpeó como categoría 5. El impacto, que sigue sacudiendo a los acapulqueños, desnudó la trágica incapacidad de las autoridades que no estuvieron ni han estado a la altura.

Las primeras horas tras el golpe del poderoso huracán fueron de pasmo. Nadie del gobierno federal estuvo al momento del impacto en Acapulco. La gobernadora del estado, Evelyn Salgado, no apareció durante 48 horas, confirmando la sospecha de su ausencia del lugar. La alcaldesa, Abelina López, ni en redes sociales se asomó.

Las horas siguientes demostraron la indolencia. Mientras decenas de miles lo habían perdido todo, miles más buscaban desesperados alimento y agua, cientos imploraban ayuda para encontrar a sus seres queridos y decenas habían confirmado la muerte de familiares, el Presidente afirmó en la mañanera del viernes posterior que “tuvimos suerte” porque “no hubo tantos muertos”. A la par, la alcaldesa del Puerto, ante las escenas de saqueos provocadas por la ausencia de ley y alimentadas por la desesperación y descontrol, dijo que los actos de rapiña eran “cohesión social”.

Horas más tarde, Salgado apareció en redes para exhibirse con atuendo impecable, durante un recorrido a la 1 de la madrugada por la destruida zona Diamante, cuando la oscuridad de la noche le permitió salir de su escondite sin recibir reclamos. Más tarde, presumió la “ayuda” a la población: 3 mil despensas entregadas a 72 horas del golpe de Otis, para una población de 270 mil familias con viviendas dañadas (cifra oficial).

A los reclamos y denuncias que no han cesado en 82 días, por falta de apoyos, lentitud en el reparto de ayuda, obstáculos para la reconstrucción, brote de enfermedades, y cierre masivo de fuentes de trabajo, se suma la violencia. El crimen toma control; los criminales se ensañan.

Los gobiernos están rebasados por todos sus frentes. No hay ley, no hay mando ni autoridad. Hay desesperación, agravio e impotencia acumulada entre los acapulqueños.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM  

@MLOPEZSANMARTIN

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