Columna invitada

3 de 3 el triunfo que no se quiere ver

El escándalo que se registró hace unos días en el Senado de la República

3 de 3 el triunfo que no se quiere ver
Karen Quiroga/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El escándalo que se registró hace unos días en el Senado de la República para aprobar leyes de interés del gobierno, opacó un triunfo importante para las mujeres, del que lamentablemente se ha escrito y hablado poco, me refiero a la llamada ley 3 de 3.

Una iniciativa que representa un paso más en la conquista por eliminar la violencia y sus distintas formas hacia las mujeres. Un paso pequeño en la ley, pero que debe construir la forma de hacer política.

Con el dictamen aprobado lo que se logrará son dos cosas, muy sencillas, pero sumamente valiosas para las mujeres de un país donde el machismo y el patriarcado ha encontrado formas de ejercer violencia en muchos espacios sin que suceda nada.

Ahora, con las reformas aprobados ninguna persona que haya sido sentenciada por violencia contra una mujer, no podrá ser candidato a ningún cargo de elección. Tampoco lo será si es un deudor alimentario y eso hay que festejarlo.

Hay que celebrarlo porque por décadas el ejercicio de la política se convirtió en terreno fértil para que los hombres violentaran, física, emocional y psicológicamente a la mujer. Cuántas veces no nos hemos enterado de parejas, novias o esposas que denuncian ser agredidas y no pasa nada.

Cuantos hombres, creyendo ser impunes maltratan, abierta o veladamente, cuantos les han arrojado ácido, e incluso han querido desaparecer a una mujer y arrebatarle la vida.

Por eso hay que celebrar la reforma constitucional gracias a la cual, ningún violentado podrá acceder a ser candidato, pero tampoco tendrá un cargo, empleo o comisión dentro del servicio público.

Que se cuiden todos aquellos que ocupando un puesto agraden mujeres, porque ahora la ley irá por ustedes y eso, sin duda es buena noticia para las mujeres.

Como también lo es, que ningún deudor alimentario será candidato, ni funcionario del gobierno, se acabó la impunidad para todos aquellos que usando y abusando de sus puestos en el gobierno no cumplen con sus obligaciones como padres.

Desde luego no es el fin de la lucha de las mujeres. Ahora debemos socializar esa reforma, para que en las próximas elecciones ningún violentador llegue al poder o al gobierno, para que se denuncie a quienes no cumplen con la pensión alimentaria y a los agresores.

Esta reforma es un paso, en la historia lucha que el movimiento de mujeres ha dado y que continuará, de manera paulatina pero firme, porque solo así hay garantía de que será un cambio profundo y de largo aliento.

POR KAREN QUIROGA

Secretaria Nacional de Igualdad de Género del PRD
@KarenQuirogaAn

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