CASCABEL AL GATO

La jugada del canciller

El desierto que es hoy la oposición hace atractiva una candidatura por afuera. Pero el Presidente no perdona traiciones

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Para el pensamiento clásico de la política, la prudencia era una de las más elevadas virtudes. Sin embargo, vivimos una época en la cual la audacia ofrece una gran recompensa para quien decide afrontar los riesgos.

El año avanza a ritmo vertiginoso y las encuestas muestran que a Marcelo Ebrard se le acaba el tiempo para descontar la ventaja que Claudia Sheinbaum ha consolidado.

A nadie extraña que las encuestas se usen como arma de batalla en el espacio público. Pero cada equipo tiene acceso a su propia información y ahí no sirve engañarse. Los movimientos del canciller indican premura. El reloj suena y entramos a tiempo de descuento. ¿Prudencia o audacia? La disyuntiva sólo se hará más nítida con el correr de los días.

La salida de Martha Delgado de la Secretaría de Relaciones Exteriores para dedicarse de tiempo completo al proyecto presidencial del canciller volvió a despertar rumores. ¿Dejará Ebrard su cargo para poner toda la carne en el asador antes que la brasa de la silla presidencial se apague? ¿Lo veremos recorrer municipios en un último intento por remontar?

El periplo continuó al día siguiente con declaraciones de Ebrard ante la prensa en la que afirmó que no estará “a expensas de Morena rumbo a las elecciones de 2024”. El pedido de acuerdos en el partido se confunde con chantaje. ¿Es un amague para que se cumplan sus condiciones o el adelanto de un anuncio?

La foto que subió el presidente Andrés Manuel López Obrador con las cuatro corcholatas de Morena parecía indicar que la mesa de acuerdos no tendría lugar en el partido sino en Palacio Nacional. La campaña sucia de Adán Augusto y el semblante de Ebrard indicaban que era necesario reafirmar la unidad, pero la tendencia no cambió en los días posteriores.

Luego de las elecciones en el Estado de México todo se precipitará y el destino enfrentará al hoy canciller a una alternativa: aceptar el resultado y contribuir a la consolidar el proyecto de la cuarta transformación o empeñarse en buscar una candidatura por fuera de Morena.

El desierto que es hoy la oposición hace atractiva una candidatura por afuera. Pero sabemos que el Presidente no perdona las traiciones y su palabra tiene un gran peso electoral.

Hasta ahora se ha mantenido al margen, con algunas intervenciones muy puntuales que más que apuntalar a alguien han tenido como objetivo bajar el tono y ordenar a la tropa. Pero un desbande puede cambiar este rol.

En gran medida la decisión de Ebrard pasa por sacar bien las cuentas del costo de tener a López Obrador en contra. Con su propuesta de hacer de la elección del 24 un plebiscito constitucional se aseguró un papel decisor hasta el último día.

Un mal cálculo del canciller lo enfrentaría electoralmente no sólo a Claudia, sino al presidente. Prudencia o audacia: no falta mucho para averiguarlo.

 

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@ADRIANVR7

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