Columna invitada

Día del Estudiante: la Juventud en México, la Igualdad de Oportunidades y la Sucesión Presidencial

Pocos saben que cada 23 de mayo se celebra el día del estudiante. Será porque no hay mucho que celebrar

Día del Estudiante: la Juventud en México, la Igualdad de Oportunidades y la Sucesión Presidencial
Hugo Eric Flores / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Pocos saben que cada 23 de mayo se celebra el día del estudiante. Será porque no hay mucho que celebrar. Hay casi 30 millones de estudiantes de todos los niveles en México, después de la pandemia provocada por el CoVID, 3 millones de jóvenes mexicanos abandonaron sus estudios. La deserción escolar en México se da principalmente en el nivel medio superior. Diez por ciento de jóvenes no dan el paso de la secundaria a la preparatoria. Justo en el momento que más necesitamos que nuestros jóvenes estén en la escuela y justo en el momento definitorio de sus propias vidas.

La mejor época de la vida sin duda es la juventud. No es solo un mito que los amigos de toda la vida se hacen en esta época y que mejor que sea en la escuela. Hoy las realidades de los jóvenes de nuestro país son muy diferentes. No solo la diferencia entre el norte y el sur, las realidades regionales y la vida de los jóvenes dentro de las mismas ciudades. La amenaza del crimen organizado se cierne sobre muchos de ellos ya sea para involucrarlos en las adicciones o para reclutarlos para su negocio. Las series de las plataformas digitales y la frivolidad con que se toca el tema en redes sociales los han vuelto carne de cañón. Jóvenes clientes o jóvenes reclutados para las distintas actividades de la delincuencia parecen ser ya parte de la normalidad de nuestra sociedad tristemente.

Por otra lado, la calidad en la educación se deteriora y es cada vez es más visible. Jóvenes que no piensan, que no tienen hábitos de lectura -algunos no saben ni comprender un texto-, que no saben resolver problemas, que no tienen conocimientos mínimos de la historia de su país. Lo más increíble es que no solo estamos viviendo un deterioro impresionante de calidad en la educación pública sino también de la privada. Y la calidad en la educación es clave porque tiene que ver con la igualdad entre las personas, con la igualdad de derechos y con la igualdad de oportunidades. No tienen las mismas capacidades de competencia jóvenes con diferentes calidades en su educación y, al momento de enfrentar su vida profesional esta se vuelve en un indicador de desempeño muy importante. No por nada, la calidad en la educación es un derecho consagrado en el artículo tercero de la Constitución Mexicana.

La gran tragedia de los jóvenes estudiantes es que al concluir sus estudios se van, o al desempleo, o a trabajos mal pagados. En nuestra actualidad la mayoría de los jóvenes que continúan sus estudios de postgrado lo hacen básicamente porque no hay mercado laboral para ellos. La frustración que se experimenta al tener que buscar trabajo distinto de lo que estudiaste es una realidad de hace tiempo. Algo está mal en el sistema de planeación educativa porque se producen demasiados profesionistas para los que no hay lugar en el mercado laboral. Todavía más grave son los datos oficiales de que México está desperdiciando su bono demográfico. Esta oportunidad de desarrollo colectivo donde se generan beneficios reales para los jóvenes en edad de trabajar sólo puede darse mediante una mayor inversión pública en educación y empleo. Alguien con mínimo conocimiento de economía sabe que las contribuciones al sistema fiscal, de salud y de pensiones de jóvenes económicamente activos podrían contribuir a detonar el crecimiento y desarrollo del país. Eso no está pasando y está dejando a México sin futuro. Tendremos en unas décadas una población sin actividad económica y sin pensiones, preocupante.

Para los cristianos el tema del aprendizaje y el conocimiento son base de nuestra fe. Un proverbio bíblico dice que: “El que aprende y pone en práctica lo aprendido, se estima a si mismo y prospera”. La prosperidad está íntimamente ligada al conocimiento y al trabajo, esa es al final la verdadera ética protestante de la que hablaba Weber. Los estudiantes eran la base de la educación judía. De hecho el origen del conocimiento en el mundo occidental se da en la relación maestro-alumno desde los griegos; ese modelo se perfecciona y tiene resultados históricos con Jesús como maestro de sus discípulos. También, en el contexto cristiano, la juventud es un tesoro, es el momento de la alegría, de la fuerza, del aprendizaje, es el momento de poner cimientos para la vida, para la felicidad y para la paz individual postrera. En los tiempos que vivimos abrumados con tanta información; con muchas distracciones y pasatiempos; con una creciente secularización y con una educación pobre en formación de valores universales, cívicos y patrióticos nuestra juventud afronta desafíos gigantes.

No tengo duda que la sociedad representada en su gobierno debe encontrar presente educativo para los jóvenes y futuro económico y laboral para ellos. Por eso, la importancia de la sucesión presidencial para esta generación de mexicanos. Más allá de lo decisivo que será su voto si deciden ejercerlo, valdrá la pena que pongan sus ojos en las propuestas de los potenciales candidatos. A mi me gustaría destacar a tres que creo pueden resultar atractivos para los jóvenes mexicanos: Claudia Sheinbaum, Luis Donaldo Colosio y Manuel Velasco.

Claudia, su antecedente como líder estudiantil del CEU en la UNAM, el movimiento estudiantil más exitoso en la historia de la lucha universitaria, porque tuvo logros políticos muy importantes al lograr la gratuidad de la educación superior en el Congreso Universitario de 1991. También porque impulsó a una generación que entendió que el mejor medio de movilidad social de las clases desprotegidas es a través de la educación. Además de este antecedente fundamental para entender a Claudia, su propio perfil académico, como científica y como impulsora de temas ambientales que son muy ad hoc para los intereses de la actual generación de jóvenes. Es claro para mi, que Claudia entiende de temas educativos y económicos hecho que le posibilitara plantear políticas públicas que potencien el bono demográfico y, desde luego, la planeación educativa que es una de sus fortalezas. No tengo duda que su discurso para los jóvenes y para los estudiantes será muy atractivo.

Colosio, al perfilarse como el único posible candidato del norte y por su juventud podría tener una fuerte influencia sobre este sector del electorado y en esta región del país. El manejo de su imagen y el legado que representa, tampoco tengo duda, serán su fortaleza. El equipo que ha venido conformando y su propuesta pueden ser una sorpresa que refresque la vida política del país, la combinación de políticos experimentados y jóvenes, y sus mercadólogos que entienden muy bien cómo conectar con su sector son ya su gran fortaleza. Pero el tiempo ya es factor, debe tomar la decisión pronto, el país es muy grande y debe consolidarse rápido en el norte, luego moverse a las grandes ciudades, para después en la elección constitucional ir a disputar el sur. Tiene todo para crecer, con la creatividad de su equipo pueden las redes sociales convertirse en su fortaleza y conquistar el voto de los jóvenes. La apuesta a ganar una elección con el voto de los jóvenes lo convierten en un político que si tiene los alcances de su papa, puede mover a toda una generación.

Finalmente, Manuel Velasco podría convertirse en el caballo negro de la elección. Si la tragedia no hubiera alcanzado a Rafael Moreno Valle, hoy la oposición tendría un candidato sólido para competir por la Presidencia. Ese lugar que estaba destinado para Moreno Valle sólo puede ser ocupado por Manuel Velasco. Muy joven fue diputado local, diputado federal y senador, llegó a la gubernatura del estado de Chiapas teniendo solo los 32 años de edad. Sin duda es el político joven con más exitoso y a la vez con una gran experiencia legislativa y ejecutiva. Político con gran habilidad y capacidad para tejer alianzas, con contactos en todos los partidos políticos y si a esto se le agrega su carisma personal e inteligencia lo colocan como uno de los favoritos para lograr conquistar el voto de los jóvenes.

Mis hijos están en la juventud, son estudiantes, están llenos de ilusiones y creo tienen todo el potencial para poder ser felices pero mucho dependerá del país en el que vivan. El próximo Presidenta o Presidente tendrá mucho que ver con su vida futura. Ojalá que el próximo Presidenta o Presidenta tenga en su cabeza que no hay futuro para México sin igualdad de oportunidades, sin educación y sin empleo para sus jóvenes. Parafraseando a Kennedy, no solo me preocupo por el México que les voy a dejar a mis hijos, sino también por los hijos que le estoy dejando a mi país.

Celebremos el día del estudiante dándole futuro a los jóvenes pero también dejándole a México mejores mexicanos.

POR HUGO ERIC FLORES

COLABORADOR

@HUGOERICFLORES

MAAZ

 

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