En cualquier economía un factor clave para su crecimiento y desarrollo es la inversión tanto nacional como extranjera y para que esta se dé, se requieren de algunos factores, entre ellos la certeza jurídica y política, que es compuesta principalmente por la forma de operar del Poder Ejecutivo y Judicial.
Dentro de esta forma de operar es necesario que el Gobierno cumpla la ley y genere confianza hacia los inversionistas para que vean en México una oportunidad, pero lo que ha pasado desde hace unos días entre el Gobierno Federal y Grupo México es todo lo contrario.
Por medio de un decreto presidencial se anunció una ocupación temporal de instalaciones de Grupo México en una ruta de Coatzacoalcos que equivale a 120 kilómetros de vías, aunque pareciera mS una expropiación disfrazada por parte del Gobierno Federal pues la empresa alega que fue un acto inesperado, a pesar de que existía diálogo previo.
Recordemos que no solamente es el mensaje a Grupo México, es un mensaje a todos los inversionistas extranjeros que buscan un lugar a donde llevar su dinero, pero de manera segura y qué podrán pensar si eso le hacen a Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México y quien apenas hace unos días había recibido el visto bueno para la compra de Banamex y aquí no estamos hablando de chairos contra fifís, o Andrés Manuel contra Larrea, estamos hablando de la confianza en México y la importancia de generarla y proyectarla con hechos y no palabras.
Si a esto le sumamos las diferencias entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial por los ataques contra la Ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña, estamos hablando de otro factor que genera desconfianza en el país, y además los mensajes que se mandan contra el INE o el INAI.
Tal vez, para el Ejecutivo Federal no sea preocupante atacar al INE, al INAI o a la Suprema Corte, pero para el sector empresarial e inversionistas son factores que influyen en sus decisiones y por ende en la llegada de inversiones en el país.
Sin duda, son mensajes que no se deben enviar al exterior, más en un contexto en el que deberíamos estar saliendo a atraer inversión y no es precisamente con una expropiación al segundo hombre más rico de México, que genera miles de empleos y parte del PIB del país, como se logrará eso.
POR JOSÉ ALFREDO CEJA RODRÍGUEZ.
ACADÉMICO UNIVERSIDAD PANAMERICANA.
@ALFREDOCEJAR
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