TRES EN RAYA

Simulación en el AIFA

En un intento de que el AIFA tenga más tráfico, el presidente López Obrador sacó un decreto (sin estudios de por medio) para que la carga aérea se mudara al AIFA

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¡Por piedad! El AIFA se está convirtiendo en el lugar de la simulación. Tal vez las siglas AIFA, “Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles”, se refieren a “Aeropuerto de Invenciones, Farsas y Actuaciones”. Y es que abusan de los montajes, caray.

En las estadísticas de la AFAC (Agencia Federal de Aviación Civil), el pasado diciembre, Santa Lucía logró colarse en la lista de los 10 aeropuertos de México con mayor número de pasajeros. Para enero de este año ya había salido de la misma. Esto es, ni con las farsas de una actriz y un youtubero lograron incrementar la cifra de pasajeros. De hecho, ese mes fue su peor desempeño en tráfico de usuarios desde septiembre de 2022.

La referida AFAC —que, para subrayar la incongruencia, tiene como director a un militar, el general de división, piloto aviador, diplomado del Estado Mayor aéreo en retiro, Carlos Antonio Rodríguez Munguía— señaló que Santa Lucía llevó a cabo el año pasado 8,933 vuelos y el 25% de ellos (uno de cada cuatro) salió tarde… O sea que el AIFA, operado por militares, sufrió un mayor número de retrasos en sus despegues y aterrizajes que otros aeropuertos administrados por grupos privados...

En un intento de que el AIFA tenga más tráfico, el presidente López Obrador sacó un decreto (sin estudios de por medio) para que la carga aérea se mudara al AIFA. Aún no se sabe qué sucederá con ciertos productos que se importan/exportan, los cuales requieren refrigeración y cadenas de frío, y que ahora tendrán que hacer su entrada/salida por Santa Lucía. Lo más probable es que seguirán utilizando el Benito Juárez y nadie dirá nada.

Este decreto logrará de manera artificial un mayor tráfico en el AIFA, aunque no se sabe de cuánto estamos hablando (tampoco hay estudios de por medio). Por cierto, ¿alguna autoridad ha informado a la opinión pública sobre las modificaciones que se harán en las rutas y horarios del espacio aéreo de Valle de México a partir de junio?…

Pero, por si ello no fuese suficiente, se realizó todo un montaje —presidente de la República y medio gabinete incluido— con “la llegada” del primer avión de carga de la empresa DHL a Santa Lucía.
El gobierno de la 4T armó tremenda ceremonia en el AIFA para, supuestamente, recibir al primer avión de esa compañía de paquetería y mensajería. Otra simulación pues el avión había llegado a ese aeropuerto la noche anterior (lo informó el mismo director de DHL). Así que el supuesto aterrizaje fue sólo para la foto.

Y la simulación continúa ya que DHL Express informó que si bien se tendrá un vuelo semanal desde el AIFA, a la par la compañía operará en el Benito Juárez con carga en la panza de aviones de líneas comerciales de pasajeros.

Una simulación más entre muchas. Cómo olvidar que mientras se construía el AIFA, a una buena parte del gabinete de López Obrador, incluyéndole a él, su esposa, el secretario de Defensa, la jefa de gobierno de la CDMX, el gobernador del Estado de México, se les veía felices montados en el tren suburbano que se hacía creer llegaba directamente a la terminal del AIFA. Una puesta en escena, literal. Ante la duda de muchas personas, especialmente en redes sociales, funcionarios federales aseguraron que el tren existía y que sólo los críticos y conservadores negaban lo que se apreciaba en el video oficial que circulaba en medios. Meses después se aceptó que ese tren interurbano no existía, que apenas se terminaba su diseño y estaba por iniciarse su construcción.

Ni siquiera en el país de los otros datos que se muestra durante las mañaneras de Palacio Nacional (más de 100,000 mentiras en lo que va de este sexenio) se ve tal nivel de simulación como en Santa Lucía. ¿Debería sorprendernos?

Quedan las preguntas: ¿cuántas obras, acciones, programas, investigaciones más de esta administración son simulaciones o mentiras?, ¿alguna se salva?, ¿cuánto le está costando realmente al erario y a quienes pagamos impuestos el mantener tanta farsa? Y la más importante: ¿Nos esperan seis años más de lo mismo?

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

@MALOGUZMANVERO

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