MÉRIDA. Pocas veces se había visto una realidad dual como la que se manifestó en esta Convención Bancaria: por un lado, optimismo por la solidez del sistema bancario mexicano —gracias a sus capacidades para pasar pruebas de fuego—; y por otro lado, nerviosismo por los bancos estadounidenses y sus posibles consecuencias en el corto plazo. Esa fue la impresión que me llevé el viernes tras hablar con Eduardo Osuna, de BBVA; Jorge Arce, de HSBC; Gabriela Siller, de Banco Base; y Felipe García, de Santander; entre otros personajes.
Pero el optimismo mexicano tiene su desafío. En alrededor de cuatro ocasiones los banqueros se refirieron el viernes a la llegada de Tesla a Monterrey, y lo que ello implica, principalmente en cuanto al arribo masivo de otras empresas del sector, proveedores y empresas manufactureras que estarán instalándose en Nuevo León y en otras regiones del país. Son empresas que ya están siendo financiadas por la banca. Algún banquero me refirió que se nota cómo el país se está desarrollando como “una cortina” que baja del Norte hacia el Centro y Sur, tal como lo planteó el presidente López Obrador desde el inicio de su sexenio.
No obstante, del otro lado de la moneda está el encarecimiento de la vivienda, de los servicios y del talento, algo que está en la boca de todos en Nuevo León y que se está expresando con la escasez inicialmente de la gente que deberá ser contratada con velocidad y que deberá ser capacitada para subirse a la ola del desarrollo y de las oportunidades que llegan con el ‘nearshoring’.
Esta Convención fue un éxito. Todo le salió bien a Mauricio Vila, el gobernador yucateco que fue definitivamente destapado por AMLO el jueves; pero también todo le salió bien a los banqueros, quienes por cierto lograron frenar la iniciativa de la Tesorería de la Federación, que encabeza Elvira Concheiro, cuya repentina idea para poner en orden las cuentas bancarias de las instancias gubernamentales tuvo y tendrá un freno en seco estos días, según me confirmó una fuente confidencial aquí. El sector analizó minuciosamente las implicaciones del cierre masivo de cuentas abiertas en bancos privados y al parecer calcularon el enorme costo e inoperatividad que supondría obedecer la peculiar medida.
Es cierto: no hay euforia económica y aún preocupan la inflación, el bajo crecimiento y el estrés en el sector bancario estadounidense. Pero México está mejor parado ahora que nunca, y los banqueros tienen confianza —y la transmiten— respecto de lo que puede lograr la economía durante los últimos meses del sexenio de AMLO.
MERCADO LIBRE
Mercado Libre, que dirige en México, David Geisen, invertirá $ 1 mil 600 millones durante 2023, principalmente en tecnología de comercio electrónico, soluciones financieras y reforzamiento de su operación logística.
POR CARLOS MOTA
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