De acuerdo con la visión de un número importante de republicanos, la carrera por determinar el candidato presidencial de su partido está esencialmente decidida en favor de Donald Trump.
Los otros cinco aspirantes que aún quedan en la contienda, que todavía no empieza formalmente, están ahí esencialmente para hacerse presentes en caso de que pase algo con Trump, incluso la posibilidad de que sea formalmente condenado por alguno de los delitos que se le atribuyen en los varios juicios a que está sujeto.
Las encuestas de opinión han puesto a Trump por meses en alrededor de 50 por ciento de aprobación entre los republicanos. El resto se reparte entre los aspirantes a tomar su puesto: el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; la exembajadora en Naciones Unidas, Nikki Haley; el empresario Vivek Ramaswamy, el senador por Carolina del Sur, Tim Scott.
Hay varios otros más, en la lista de los que tratan o de los que sería posible que trataran, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, pero la candidatura de Trump parece demasiado fuerte a pesar de sus problemas legales.
Trump será sin duda el favorito durante la etapa de elecciones primarias del primer semestre de 2024, cuando sea el que imponga agenda para su partido y el tono de lo que será la campaña presidencial en septiembre-octubre.
En el camino, sin embargo, deberá no sólo enfrentar la publicidad negativa generada por los juicios en su contra, sino por demandas que han planteado algunos de sus críticos en varios estados para tratar de impedir su nominación.
De hecho, no está del todo claro cuál será el impacto de ver a Trump declarar en los juicios a los que está sometido, a comenzar por las imágenes de su comparecencia del lunes en Nueva York, donde enfrenta cargos relacionados con posible fraude por 250 millones de dólares por haber "inflado" el valor de sus propiedades en Manhattan.
Trump calificó el juicio, de corte civil, como políticamente motivado, pero las dudas en torno a su fortuna personal han sido por décadas parte de su imagen pública. De hecho, uno de los principales libros biográficos sobre Trump se llama justamente "Conman" (timador).
Por lo demás, no está claro qué ocurrirá si es nominado y hasta electo mientras está en proceso o aún condenado.
Trump parece haber convencido a por lo menos un grupo de estadounidenses de que es objeto de una persecución política, tanto por sus éxitos personales como por su negativa a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 y sus ideas políticas y de gobierno, especialmente en torno al aborto y migración. Si eso ayudará en alguna forma a sus competidores está por verse. Después de todo, ellos mantienen esencialmente las mismas propuestas y su principal alegato es que no tienen el bagaje del exmandatario.
Y tampoco su popularidad.
POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
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