Se llama Dionicia y es diputada federal. Quizá sus cercanos le llamen Nicha, lo cual carece de importancia. Lo notable de esta mujer, cuyos apellidos son Vázquez García, es la amplitud de su inteligencia, además de sus buenas maneras.
Es un ejemplo perfecto de la calidad de nuestro porvenir y la hondura y sabiduría del “Humanismo mexicano”, esa corriente de pensamiento cuya base primordial es la exaltación de nuestra cultura nacional. Escuchando su más reciente intervención en el Palacio Legislativo de San Lázaro, no tiene uno otro remedio sino aplaudir la frecuente recuperación axiológica de nuestros valores nacionales, sustentados en el glorioso legado de los pueblos originarios, porque esta señora, ilustre señora, diría yo en un arranque justiciero, ha cambiado el mapa del mundo.
No sólo ha unificado el Istmo de Tehuantepec con el Istmo de Panamá, además ha ofrecido una lección de ética como nunca se había visto en los años recientes.
Juntó a Pearson, precursor del camino ferroviario interoceánico Oaxaca-Veracruz; con Ferdinand de Lesseps, constructor del canal panameño. Y eso, en pocos minutos.
La historia comienza con un debate en la Cámara en el cual la diputada respondió con pedagogía y axiología; un poco de geografía y otro de majadería.
Como se cuestionaban desde la tribuna el dispendio y la incautación de este gobierno, con el Canal Interoceánico y los fideicomisos del Poder Judicial, como ejemplos, la diputada, envuelta en la bandera de Morena, no del PT al cual pertenece, como su talante denota, dijo del primero:
“Es una magna obra; es un tren de turismo y otro de carga, y va a hacer un recorrido desde el Istmo de Tehuantepec hasta el Canal de Panamá… Ustedes no saben qué obra tan magnífica es. Nada más se les va en decir que “se roban el dinero, que se va a esto, que se va a lo otro...”.
Pero como el talento se demuestra con la repetición de la falsa moralina y la injuria; se tiró por lo largo:
—“Ya robaron bastante… Eso es lo que son: rateros, miserables, desgraciados, no tienen llenadera. ¡Ustedes son los más corruptos que hay en la vida! ¡México está avergonzado de ustedes y cuando vayan a pedir el voto les van a decir fuera, fuera, fuera, corruptos!... son corruptos y van a morir corruptos; por eso la gente no los quiere, por eso la gente los repudia, por eso la gente ya no vota por ustedes y, por más mentiras que suban a decir aquí, nadie les cree…
“…Son unos corruptos, unos desgraciados, unos malvados y unos malditos, eso es lo que son: rateros, asesinos, corruptos, eso son ustedes…”
El Humanismo Mexicano; la Revolución de las Conciencias…
POR RAFAEL CARDONA
COLABORADOR
@CARDONARAFAEL
MAAZ