DAVOS. El permanente desdén de México hacia la Reunión Anual del Foro Económico Mundial (WEF) en los últimos años, como resultado del desprecio del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia las plataformas globales de colaboración con el sector privado, representa el más insensato congelamiento de la presencia de nuestro país en el espacio naturalmente más idóneo para obtener inversiones y para mantener activa nuestra agenda internacional.
Porque aún cuando en esta ocasión el frío nos penetrará hasta los huesos con temperaturas de hasta menos 14 grados, todo indica que el verdadero congelamiento será el de las oportunidades para economías como la mexicana, debido a que ni un secretario de estado aparecerá en este destino alpino. Ni Ebrard, ni Buenostro, ni Ramírez de la O... El gobierno de México no tiene a nadie que venga a conversar con los dos mil 700 líderes empresariales, sociales y políticos que se darán cita esta semana para hablar del desafío de un mundo fragmentado.
Ojo. Si alguien cree que Davos es el espacio para mantener activo un capitalismo atroz, está gravemente equivocado. Las 450 sesiones de trabajo en las que aparecerán 50 jefes de estado y 200 miembros de gabinetes de todo el planeta reflejan una realidad: hay que crear mecanismos de colaboración entre los sectores público, social y privado. Por eso no es gratuita la presencia no sólo de presidentes de izquierda como el de Colombia, Gustavo Petro; o el del gobierno español, Pedro Sánchez; sino de ministros de finanzas también de izquierda, como Fernando Haddad, de Brasil.
Una crisis de costo de vida se despliega hoy por el mundo, de acuerdo con el Reporte Global de Riesgos del WEF. Durará dos años. Esa crisis se amplifica como resultado de otros sucesos en el “panorama global de riesgos, incluyendo niveles insostenibles de deuda, así como una era de bajo crecimiento, baja inversión, desglobalización, una disminución en el desarrollo humano, un veloz e ilimitado uso dual (civil y miliar) de la tecnología, y un impacto creciente del cambio climático…”
No existe en el mundo mejor plataforma para detonar colaboraciones globales que el Foro que fundó Klaus Schwab. Eso debe reconocerse. El próximo presidente de México deberá reinsertar al país en él. Ese regreso es indispensable si comprendemos que, como dice el reporte citado, “la siguiente década se caracterizará por crisis sociales y medioambientales, generadas por tendencias geopolíticas y económicas”. En pocas palabras: o dialogamos y colaboramos sobre los desafíos globales, o arriesgamos descarrilarnos gracias a nuestro aislamiento.
MONTERREY
Fuerte presencia regiomontana en Davos. Aquí estarán el gobernador de Nuevo León, Samuel García; el presidente del Tec de Monterrey, David Garza; y el director corporativo de Femsa, Francisco Camacho.
POR CARLOS MOTA
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