OJOS QUE SÍ VEN

Aborto. El día siguiente

El miércoles se realizaron en muchas ciudades del mundo, la capital mexicana incluida

OPINIÓN

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Jesús Martín Mendoza / Ojos que sí ven / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El miércoles se realizaron en muchas ciudades del mundo, la capital mexicana incluida, diversas marchas y protestas para conmemorar el Día de la Acción Global por un Aborto Legal y Seguro. Mas allá de si alguien es apoyador de la muerte de los nonatos con paliacates verdes y quienes se ostentan como provida con paliacates azules, el aborto no es una “guerra de trapos”, es una acción, elevada a derecho en algunas partes del mundo, que tiene efectos irreversibles en la salud mental y emocional de quienes la practican.

En la marcha y protesta mexicana, observé a muchas niñas, literalmente, posiblemente menores de edad, exigiendo la no penalización y la gratuidad del aborto de manera violenta y por momentos en tono festivo. Lo único que me transmitieron es que la gran mayoría de ellas no tiene la más remota idea de lo que implica tomar una decisión de ese tamaño y sus consecuencias emocionales a posteriori.

La psicóloga Gema Sánchez Cuevas y la periodista Raquel Lemos en Salamanca España, se dieron a la tarea de ubicar algunas consecuencias psicológicas después de un aborto inducido. Para empezar, el aborto inducido es más doloroso emocionalmente que uno espontaneo. En el aborto inducido, la culpabilidad por la toma de la decisión, por la razón que sea, por la justificación que sea, se convierte en el principal efecto a enfrentar.

Aun cuando la razón de abortar sea: “es que soy muy joven”, “es que no estoy preparada”, “es que prefiero terminar mi carrera”, “es que no me gustan los niños”, es que qué dirán en mi casa”, mi familia no se puede enterar que este hijo es del amigo de mi papá”, y mil y una razones más, la culpa aflora cuando se cae en la cuenta de que se debió tener mayor cuidado e inclusive de que se debió permitir el nacimiento del hijo. Abortar también provoca una sensación de perdida. Las autoras de la investigación advirtieron en mujeres que abortaron un duelo semejante al de la muerte de un familiar, una sensación de perdida que entristece y que deja una sensación de vacío.

Como tercer efecto, las mujeres experimentan una pérdida de confianza en sí mismas, sobre todo cuando llega el momento de tener familia. Las autoras en este caso observaron una baja autoestima con auto señalamientos como: “eres inútil, no sirves para nada, no pudiste mantener un hijo”, reclamos muy duros hacia ellas mismas.

En otra manifestación psicológica, algunas mujeres desarrollan un interés exacerbado por los bebes a tal grado que tratan a muñecos de plástico como si fueran reales. Este es una consecuencia menos común en donde la mujer debe recurrir a una ayuda profesional. Todo lo anterior: culpa, perdida de confianza, baja autoestima, auto recriminación y el temor a experimentar nuevamente un embarazo, resulten en una baja libido y el alejamiento de todo tipo de contacto sexual.

Las investigadoras advirtieron que cuando el aborto se da en la pareja, y se produce este fenómeno, rompen su relación por la falta de intimidad. Otros sentimientos que experimenta la mujer son ira, rabia, pesadillas. En resumen, ninguna mujer tiene idea de lo que experimenta su psique después de un aborto hasta que lo vive. Lo más lamentable es que la gran mayoría de las mujeres asumen la decisión de interrumpir su embarazo y las consecuencias psicológicas ya descritas en la total soledad. A veces con el acompañamiento de la familia cuando son menores de edad.

Lo que quiero decir es que en esta polémica discusión los varones nunca aparecen, dejan solas a las mujeres para que “se deshagan” del problema. Piénselo, piénsalo, salir a marchar pidiendo aborto seguro, sin el acompañamiento de los varones que detonaron ese embarazo, con excepción a las violaciones, es la acción patriarcal por excelencia. Es reconocer, falsamente, que “el problema” es de la mujer y no como debería ser, un reto en pareja con consecuencias emocionales y sociales aun no medidas.

Corazón que sí siente

Se acabó el horario de verano. Lo aprobaron todos, hasta la oposición. La brújula la traen perdida. Luego no se quejen de las consecuencias comerciales de la decisión.

POR JESÚS MARTÍN MENDOZA
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@JESUSMARTINMX

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