Ricardo Monreal lanzó un salvavidas ilegal para evitar que el proyecto de militarización se hundiera al ser presentado al pleno y no alcanzar los votos. Una cadena de errores en la operación política y pésimos procedimientos evidenciaron la sucia jornada que deja huella en la historia nacional y con la que el gobierno federal, a través de su partido y aliados, en el Senado fracasaron, en primera instancia, en su intento por militarizar el país.
Sin embargo, mediante violaciones al reglamento del Congreso impidieron que la oposición sepultara el proyecto para mantener al Ejército en las calles hasta 2028. La operación en el Senado de Adán Augusto López, secretario de Gobernación, falló en la sesión de ayer para darle a Morena los 11 votos que faltaban con el fin de sumar las dos terceras partes del pleno que exige el proyecto militar en labores de policía de Alejandro Moreno, después de ser arrodillado por la 4T a cambio de frenar las investigaciones en su contra por enriquecimiento ilícito.
El cabildeo directo con los senadores sólo le dio al titular de Bucareli el voto de Raúl Paz, hasta entonces panista y quien todavía el 7 de septiembre despotricaba contra el proyecto militar. Y aunque no se comprobó, pues el proyecto no llegó a la votación final, se especuló que el otro voto con que contaba la 4T era el del priista Manuel Añorve.
La sesión empezó poco antes de las 11 de la mañana y como se adelantó en este espacio, Adán Augusto López se empleó a fondo en el trato directo a manera de negociación con senadores del PAN y del PRI para convencerlos de votar a favor de la iniciativa, pero conforme fueron pasando las horas e instalado en el hotel Emporio, ubicado frente a la sede del Senado, siguió recibiendo legisladores sin éxito.
El funcionario no logró sacar para Morena los votos necesarios y entonces Ricardo Monreal tuvo que lanzarle un salvavidas para evitar que el proyecto del Presidente se hundiera al llegar al pleno y perder la votación frente al bloque opositor para enterrar la propuesta en lo que queda del sexenio. De última hora, a las 12:30 horas, es decir, casi dos horas de iniciada la sesión, el presidente de la comisión de Puntos Constitucionales, el morenista Eduardo Ramírez, a través de un oficio pidió retirar el proyecto del pleno: un acto ilegal a todas luces. Pero no es lo peor de la violación.
El documento no llevaba firmas de los integrantes de la comisión, por lo que tuvo que buscar a cada uno de los senadores para que firmaran. Esta columna confirmó que legisladores de Morena lo estaban firmando a las 14:00 horas, o sea tres horas después de la discusión en pleno, por lo que fue hasta las 14:37 cuando se volvió hacer llegar al presidente del Senado, Alejandro Armenta: otra vez de forma ilegal.
La moción suspensiva, de acuerdo con el 110 y 111 del Reglamento Interno del Congreso, así como 92, 103, 105, 106 y 107 del Reglamento del Senado, solo se permite antes de que inicie el debate del asunto, por lo que en franca violación, Morena voto a favor de devolverlo a comisiones, por lo que se espera una nueva operación, seguramente con amedrentamientos y amenazas de por medio.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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