La industria de los vehículos eléctricos parece muy novedosa; sin embargo, es tan antigua como los vehículos de combustión interna. De hecho, el primer automóvil que tuvo Thomas Edison a finales del siglo XIX fue un modelo de la Baker Motor Vehicle Company, que venía equipado con una batería de níquel y hierro (diseñada por el mismo Edison).
El automóvil eléctrico tendió a desaparecer a principios del siglo XX. La principal razón fue que la electricidad y su infraestructura no eran tan accesibles como sí lo era la gasolina en esa etapa de la historia. Hay que recordar que la electrificación de las ciudades y poblaciones fue un proceso lento que se fue consolidando durante el siglo pasado (y cuyo proceso aún se continúa en algunos países).
Si bien el siglo XX estuvo marcado por los vehículos con motores de combustión interna, este siglo tendrá una mayor diversidad de tecnologías, desde híbridos hasta vehículos eléctricos a batería (BEV, por sus siglas en inglés) y vehículos eléctricos a celda de
combustión (FCEV, por sus siglas en inglés). Esta transformación tecnológica se deriva de la coyuntura medioambiental que vivimos.
Al respecto, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha planteado alcanzar el 60% del mercado de vehículos eléctricos para 2030 como un hito que nos permitiría lograr la meta de cero emisiones globales en 2050. Aunque conseguir este objetivo es imperante, las cifras revelan que es un reto aún ambicioso para el avance que llevamos.
En la actualidad el mercado de vehículos eléctricos (BEV) está en franco crecimiento y se perfila para ser uno de los más importantes en las décadas por venir. De acuerdo con BloombergNEF (BNEF), actualmente hay cerca de 20 millones de vehículos eléctricos de pasajeros a nivel global; más de 1.3 millones de vehículos eléctricos comerciales, incluidos autobuses, vehículos de carga y camiones; y más de 280 millones de scooters, motocicletas y vehículos de tres ruedas eléctricos a nivel mundial.
¿Cómo se ven las perspectivas hacia futuro? Según BNEF, China y Europa representarán cerca del 80% de las ventas de vehículos eléctricos en 2025. En dichos mercados los vehículos eléctricos representarán 4 de cada 10 unidades vendidas. En el caso de Alemania, Francia y Reino Unido, las proyecciones indican que alcanzarán incluso la mitad de las ventas en dicho año.
En nuestro continente, el crecimiento existe, aunque con porcentajes más conservadores. EU representará el 15% del mercado mundial de vehículos eléctricos en 2025. En cuanto a América Latina se refiere, la región registró cerca de 25,000 vehículos eléctricos vendidos en 2021, más del doble de 2020. Si bien Brasil es el país con más unidades vendidas (13,000), México es la única nación de América Latina que produce vehículos eléctricos, con ocho compañías localizadas en su territorio. BNEF anticipa que los mercados de ambos países alcanzarán el 4% de ventas de vehículos eléctricos para 2025.
Por su parte, IHS Markit proyecta que Norteamérica producirá más de 30 millones de vehículos de manera acumulada entre 2022 y 2029, lo cual implicará un cambio importante en la industria de autopartes de la región. La nueva cadena de suministro requerirá fortalecer la producción de baterías en el continente, al igual que la fabricación de ánodos y cátodos, y la proveeduría de litio y níquel, entre muchos otros materiales.
Esto se debe principalmente a que, de acuerdo con la IEA, las cadenas de suministro de baterías de hoy se concentran en China, país que produce 3 de cada 4 baterías de iones de litio en el mundo, 70% de la producción de cátodos y 85% de ánodos a nivel global. Sin embargo, con la estrategia de nearshoring que están implementando muchas compañías, México está llamado a ser uno de los grandes líderes en el futuro.
En la Industria Nacional de Autopartes estimamos alcanzar cerca de 4,000 MDD anuales de Inversión Extranjera Directa en nuestro sector, la cual apunta —en buena parte — a la producción que conforma la cadena de suministro de este tipo de vehículos.
En el futuro preveo que México será un gran líder en el sector de autopartes global y que aportará a la producción de la gran diversidad de vehículos que coexistirán. Los vehículos de hidrógeno (FCEV), por ejemplo, serán mejor opción para quien necesita conducir distancias largas, mientras que los vehículos eléctricos (BEV) funcionarán de manera óptima para quien desee recorrer distancias cortas y cargar rápido su vehículo.
Sin embargo, lo más importante es que los vehículos del futuro necesitarán responder a nuestro mayor reto en las décadas por venir: la meta de las cero emisiones para 2050.
Por Francisco González Díaz
Presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes
MAAZ
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