COLUMNA INVITADA

El esperanto, un lenguaje planificado y el sistema de salud mexicano

En el sistema de salud mexicano cada uno de sus actores utiliza un lenguaje propio que en muchas de las ocasiones no logra una comunicación efectiva

OPINIÓN

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Juan Manuel Lira / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ludwik Lazar Zamenhoff fue un médico polaco, quien tuvo la idea de crear un nuevo lenguaje de comunicación universal que logrará el entendimiento entre todos los habitantes del mundo, fue así que en 1877 nació el lenguaje conocido como esperanto. La intención de Zamenhoff fue encontrar una lengua que fuera sencilla en su gramática y fonética y que permitiera una comunicación efectiva.

Algunas de las características del esperanto son su flexibilidad, sencillez, claridad y un sentido de solidaridad entre los seres humanos; por esta razón, algunos políglotas que hablan esta lengua consideran que con este lenguaje se consiguen mejores resultados de comunicación efectiva.

En el sistema de salud mexicano cada uno de sus actores utiliza un lenguaje propio que en muchas de las ocasiones no logra una comunicación efectiva. Hoy en día el gran reto de la “federalización” del sistema de salud en México requiere de la flexibilidad, sencillez y sentido de solidaridad de los diferentes actores del sistema nacional de salud.

Tener claridad sobre el modelo de salud que “debe ser la piedra angular de la federalización” es fundamental en estos momentos y, si bien la utilización del programa IMSS Bienestar (IMSS-B) parece ser una solución adecuada, es válido preguntarse:

¿Se tienen atribuciones legales para que en un “acuerdo” se transfieran por parte de los estados la infraestructura, presupuesto y personal al IMSS que dirige Zoé Robledo, pues esto es facultad de los congresos estatales? ¿Qué cambios constitucionales, a las leyes y reglamentos son necesarios para esta “rectoría de facto” que está asumiendo el IMSS y el programa IMSS-B? ¿Cómo van a coexistir “operativamente” los trabajadores en los centros de trabajo, si el IMSS y la secretaria de salud pertenecen a apartados laborales diferentes (apartado A y B)? ¿Qué sindicato los representará? ¿Habrá un nuevo o varios sindicatos? ¿la cartera de servicios será la misma del IMSS-B que la del régimen ordinario? ¿Será suficiente la transferencia actual de presupuesto al IMSS-B para cumplir la instrucción de medicamentos y servicios gratuitos? ¿Alcanzará el tiempo en este sexenio para cumplir con esta instrucción presidencial?

En un lenguaje similar al esperanto, la población y los trabajadores esperan respuestas a estas y otras interrogantes para conocer sus alcances reales y de concreción en el tiempo.

Dar certeza legal a los acuerdos ya firmados con Nayarit, Tlaxcala y Colima es fundamental ya que: “una vez suscritos los convenios o acuerdos interinstitucionales, deberán publicarlos en el Diario Oficial de la Federación dentro de un plazo de 15 días naturales posteriores a la celebración de los mismos y enviarlos a las comisiones correspondientes de la Cámara de Diputados” (artículo 178 del Reglamento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria), cosa que no ha sucedido.

“Mantengamos viva la llama de la esperanza.” (Ni vivigu la flamon de espero: en el idioma esperanto)

POR JUAN MANUEL LIRA 
MÉDICO Y ANALISTA EN TEMAS DE SALUD
@DOCLIRA1

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