TRANSPARENCIA 3.0

Victoria Guadalupe, Laura Yaneth, María Fernanda y Frida Alondra

En loco anda suelto, reza la frase. Es también un cuento de terror y una película cómica de 1979

OPINIÓN

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Naldy Rodríguez/ Transparencia 3.0/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En loco anda suelto, reza la frase. Es también un cuento de terror y una película cómica de 1979.

En la vida real, desafortunadamente no es uno, son muchos locos los que andan sueltos en México. Locos, perversos y desquiciados, sin valores y sin respeto al ser humano. Son hombres que violan y matan mujeres, sus historias y sueños se quedan frustrados; familias con el corazón roto y una sociedad inerte. 

En la última semana, al menos tres jóvenes y una niña fueron víctimas de violencia sexual y violencia feminicida. Sus nombres e historias deben ser recordados: Victoria Guadalupe de 6 años fue asesinada en Querétaro; Laura Yaneth de 19 años en Morelos; María Fernanda de 27 años en Nuevo León; y Frida Alondra de 13 años en Oaxaca. 

Es cierto que no todos los homicidios de una mujer constituyen un feminicidio. Deben darse al menos tres circunstancias: violencia sexual o que exista evidencia de violencia, amenazas, acoso, hostigamiento o que a la víctima se le hayan infligido actos denigrantes o mutilaciones. 

Y tendrá como agravante el hecho de que la víctima y el agresor tuvieran una relación afectiva o de confianza, laboral, de subordinación o superioridad, así como parentesco o consanguineidad.

Sin ser especialista, todos podrían encuadrar en feminicidio, delito que –ha definido la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)– responde a una finalidad constitucional, en aras de buscar que las mujeres vivan libres de violencia, sobre todo de la que se encuentra motivada en razones de género. 

En dos de los cuatro casos ya hay detenidos. 

Los castigos tendrán que ser ejemplares y para eso los jueces deben revisar con gafas violetas cada uno de los asesinatos, cruentos y desoladores, que parten el alma y hacen que se pierda la confianza en la humanidad. 

Combatir la impunidad con sentencias prontas y expeditas, promoverlas y difundirlas podría alejar a los depredadores para que ninguna niña ni mujer sufra ese infierno y ninguna familia se rompa. 

No se puede repetir otro escenario como las muertas de Juárez, que dejaron un precedente con la resolución conocida como Campo Algodonero, donde se estableció el piso mínimo que deben seguir autoridades ante la desaparición de una mujer: 

Actuaciones inmediatas, diligencias y protocolos estrictos en las primeras horas y días, asumir que está con vida hasta su localización, investigaciones “serias,  imparciales y efectivas”, por todos los medios, orientada a la  determinación de la verdad.

Debanhi Susana sigue sin ser localizada y ya han pasado varios días desde su desafortunada y extraña desaparición. Ojalá pueda reencontrarse con su familia, sana y salva.

En memoria de Victoria Guadalupe, Laura Yaneth, María Fernanda y Frida Alondra.

POR NALDY RODRÍGUEZ
COMISIONADA PRESIDENTA DEL INSTITUTO VERACRUZANO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN Y PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES
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