Definiciones

No fue necesidad, fue necedad

¿Cómo justificar que un programa que tenía como beneficiarios a 3?6 millones de niños de más de 27 mil escuelas haya sido borrado de un plumazo?

No fue necesidad, fue necedad
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

“Por necesidad”, dice la SEP, se terminan las Escuelas de Tiempo Completo. Más bien, parece, es por necedad. Cómo justificar que un programa que tenía como beneficiarios a 3.6 millones de niñas y niños, de más de 27 mil escuelas, haya sido borrado de un plumazo?

 Un programa que marca una enorme diferencia para los menores, y también para millones de mujeres —jefas de familia, sobre todo— que pueden tener un espacio seguro en el que sus hijos permanecen mientras ellas trabajan, se termina. El programa, que representa apenas 3 por ciento del presupuesto de la SEP, se acabó.

¿La justificación? Hay planteles educativos con necesidades básicas, como agua y sanitarios. Sí, hay razón en eso: 1 de cada 5 escuelas del país no tiene agua potable, por ejemplo. Pero resulta increíble que se descobije a millones de niñas y niños que sólo pueden asistir a la escuela bajo un esquema como el que funcionaba con las Escuelas de Tiempo Completo, bajo pretexto de cubrir una necesidad que ha sido largamente aplazada.

 En México, las escuelas estuvieron cerradas casi un año y medio durante la pandemia. En ese periodo, la SEP dejó de gastar en varios rubros, de los desayunos escolares, al pago de servicios que no fueron utilizados, pues los planteles estuvieron cerrados. ¿A dónde fue ese dinero? ¿Por qué no se usó para dotar de infraestructura a las escuelas?

 “Es prioritario darle atención a esas escuelas que tienen esa necesidad, y por eso La Escuela es Nuestra se va a enfocar principalmente a que el recurso que se asigne sea ocupado para esa situación”, dijo Delfina Gómez.

 “Se está haciendo el análisis de cómo trabajar lo de tiempo completo y alimentación; de momento puede causar inquietud o por qué no, molestia”, sostuvo.

¿Inquietud?, ¿molestia? Más que eso, lo que provocará es que miles de menores abandonen sus estudios, pues en su entorno y realidad será imposible que continúen sus estudios. El drama se sumará a otro, el de aquellos niños y niñas que dejaron de estudiar durante la pandemia (4.5 millones, según Mexicanos Primero).

 Desaparecer las Escuelas de Tiempo Completo violenta el derecho a la educación. La SEP lo borró y no ofreció mayor opción a millones de padres de familia, pese a que había demostrado su eficacia y funcionalidad, no sólo en el terreno educativo, sino en lo que toca a la nutrición (se repartían 1.4 millones de lunches diarios) e incluso a la construcción de espacios seguros.

El programa Escuelas de Tiempo Completo tenía como principales beneficiarios a personas indígenas en poblaciones rurales (70.5 por ciento), que ahora quedaron contra las cuerdas, orilladas por la Secretaría de Educación Pública, que decidió repartir dinero en un esquema que huele a electorero, en lugar de atender una realidad que impacta a casi cuatro millones de niñas y niños.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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