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Ucrania, resiste

El espíritu de resistencia está ganando las batallas de la opinión pública mundial, y aumentan las intenciones de ayuda

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de México
Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La superioridad militar rusa se está topando con un enemigo formidable en Ucrania, no es la OTAN, no es Estados Unidos, es una mezcla de ingenio, esfuerzo, sacrificio y heroísmo de la población ucraniana, cuyas acciones registradas en video y diseminadas en redes sociales están teniendo un efecto multiplicador para unir y ampliar el apoyo mundial a su resistencia.

Tras meses de preparación, documentados en esta columna, el 24 de febrero, Vladimir Putin desencadenó la primera guerra convencional de Europa en más de 75 años. Luego de un largo y bizarro comunicado televisado, en donde apareció con su –distante y aparentemente amedrentado– gabinete de Seguridad Nacional, anunció que los ejércitos rusos intervendrían para proteger a la población y llevar a cabo la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.

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La invasión inició con un incremento de ciberataques en la víspera del 23, a los que le siguió un ataque coordinado de misiles y artillería en contra de 821 instalaciones ucranianas, seguidos por el despliegue de fuerzas de tierra rusas hacia la capital y las principales ciudades de Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, está peleando en el campo de batalla, transmitiendo mensajes a los medios de comunicación y redes sociales para mantener a su pueblo unido.

Quien fuera actor y comediante antes de emprender una campaña política independiente que lo llevó a convertirse en Presidente del país, en 2019, Zelenski, está desempeñando el papel más importante de su vida y lo está haciendo con una gracia extraordinaria.

Zelenski rechazó una oferta del gobierno de Estados Unidos para ser evacuado, respondiendo: "La pelea está aquí, lo que necesito es munición, no un raite".

Las historias de heroísmo ucraniano inundan las redes sociales: el ingeniero que se sacrificó, detonándose para destruir un puente que atrasó el avance de tanques rusos hacia Kiev; los 13 soldados que defendían la isla de las Serpientes y respondieron –antes de ser aniquilados– con una mentada a la orden de un barco de guerra ruso para que se rindieran; la mujer que encaró a soldados rusos en la calle, regalándoles semillas de girasol maldiciéndoles que así por lo menos crecerán flores en la tierra donde caerán muertos; estas son las historias que circulan en las redes y que se convierten en leyendas. El espíritu de resistencia de Ucrania está ganando las batallas de la opinión pública mundial y con ello aumentan las intenciones de ayuda:

Si bien EU y la OTAN descartan, hasta ahora, intervenir de manera directa, el presidente Biden anunció que enviará 350 millones de dólares en ayuda militar. Estados Unidos ha proporcionado misiles antitanques (AT) Javelin y antiaéreos Stinger que han probado efectivos en las batallas contra Rusia, destruyendo blindados y derribando aviones y helicópteros.

Inglaterra envió armas AT NLAW y anunció que seguirán mandando; otros miembros de la OTAN, como Holanda y Bélgica, destinarán 200 misiles Stinger 600 armas AT y 5 mil ametralladoras.

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Históricamente neutral, Suecia rompe con su pasado, y enviará 5 mil armas AT y 50 MDD como ayuda militar. Alemania, en un radical y sorprendente cambio de su política exterior, informó que mandará mil armas AT y 500 misiles Stinger, mientras que la Unión Europea indicó el domingo que destinará 500 millones de euros en ayuda militar, incluyendo armamento y hasta aviones de combate.

México, que funge como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene la opción de 1) contribuir con cientos de armas AT Blindice, morteros, lanzagranadas automáticos, miles de ametralladoras y armas ligeras, tanto decomisadas como de producción nacional, o 2) colaborar con material no bélico, incluyendo material sanitario, medicinas, chalecos y cascos. Ya se acabó el tiempo de la diplomacia, sólo se necesita valor y voluntad.

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C

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