Hace ya casi 31 años un domingo 17 de marzo de 1991, se celebró el primer y único referéndum en la historia de la URSS, la pregunta a sus ciudadanos fue: “¿Considera necesario preservar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una federación renovada de repúblicas soberanas iguales en la que serán garantizados plenamente los derechos y la libertad de un individuo de cualquier nacionalidad?”. Votaron casi 150 millones de personas y resultó vencedor el sí con un 77%.
Un año antes también en marzo, el presidente Vytauta Landsbergis, el primer jefe de estado de Lituania, proclamó la independencia de éste país. Desde aquel día la Unión Soviética quedó tocada de muerte. Recordemos que el colapso de la Unión Soviética comenzó a principios de 1985 tras una serie de medidas económicas y represión ideológica que acabaron con la nación que llego a ocupar un sexto del territorio del mundo.
En diciembre del 2021 el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó la desaparición de la URSS como una “tragedia”, sin embargo declaro que no intentaría revivir la Unión Soviética por ser “imposible y carente de sentido”, ¿verdad o mentira?, la invasión a Ucrania es una respuesta clara de esa nostalgía de Putin por una época de gran poderío.
Uno de los argumentos para recuperar Ucrania, antiguo territorio de la URSS, es el argumento de la desmilitarización, Putin argumenta que Kiev ha venido atacando a la región separatista de Donbas sin piedad; la Dra. Marta Ochman profesora del Tec de Monterrey nos explica.
Otro argumento que maneja Putin para la invasión a Ucrania es lo que el llama la desnazificación de este país, ¿a que de refiere y que busca con esta afirmación? la Dra. Iliana Rodríguez Santibañez, profesora Investigadora e Internacionalista del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México, nos comenta en entrevista para esta columna:
“Putin afirma que ha habido un genocidio de rusos por parte de ucranianos en la región separatista de Donbas, pero este supuesto genocidio es un elemento para justificar su ingreso que no tiene sustento, en un estado donde geopolíticamente hablando por la cercanía y la cantidad de materiales como el uranio y el plutonio capaces de producir bombas nucleraes puedan ser recuperados por Rusia, por que finalmente Ucrania representa, por donde se vea, un territorio importante en extensión, en cuestión agrícola y de diversos materiales, pero también por la frontera tan grande que tiene con Rusia, es el escudo natural para protegerlo de las acciones que puedan llegar a considerar los aliados de la OTAN. Recordemos que Kiev era en la antigua Rusia su origen, Rus viene de ahí, entonces es cierto que pueden haber aires nostálgicos de recuperación territorial”.
A 30 años de la caída de la URSS hay nostalgia, no cabe duda, la última encuesta publicada por el Centro de Opinión FOM da cuenta de que cerca de dos tercios de los rusos, el 62%, lamentan la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Entre los nostálgicos, la mayoría, el 82%, son personas de entre 46 y 60 años, señala el sondeo. Entre los mayores de 60 años ese porcentaje alcanza el 76%. En cuanto a los jóvenes, nacidos después de la caída del imperio soviético, tan solo el 28% lamenta su desaparición. El 52% de los rusos dijo desear la restauración de la Unión Soviética. El 74% de los encuestados se mostró convencido de que resucitar la URSS era una tarea imposible.
Lo importante es apuntar que la conformación demográfica originaria de Rusia se compone particularmente de un 80% de ucranianos étnicos, es decir que tienen orignes totalmente ucranianos, por un 20% de población de origen ruso, los cuales son minoría pero que obviamente influenciados por la ideología del bloque excomunista de la URSS preservan estas intenciones de regresar al pasado.
“La marca de de un gran gobernante no es su habilidad para hacer la guerra, sino para conseguir la paz”
Monica Fairview.
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