UN MONTÓN DE PLATA

El grave error de Alemania en Qatar

Su ministra del Interior, Nancy Faeser, se apersonó en el estadio donde jugó su equipo desplegando el brazalete “One Love”

OPINIÓN

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Carlos Mota / Un Montón de Plata / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿ Alguien se imagina que, en algún estadio deportivo de Alemania, durante alguna competencia atlética internacional, se apareciera por ejemplo un secretario o ministro de Estado de la India utilizando visiblemente en su vestimenta la suástica como símbolo de que todos en ese país europeo deberían aceptarlo, argumentando que por más de cinco mil años ese dibujo ha representado la paz, y que en Oriente es de uso común al día de hoy?; ¿sería eso aceptable para los alemanes? 

No lo sería. Ese ejemplo hipotético constituiría una soez muestra de petulancia y una grave ofensa, porque todo mundo sabe lo que la suástica implica para Alemania. De hecho, los castigos alemanes por el uso de ese símbolo continúan a la fecha: apenas en 2020 la compañía alemana Volkswagen de México despojó de la concesión para vender sus autos a una agencia de Coyoacán que exhibía dicho símbolo en el piso de venta. De nada sirvió que la agencia se disculpara: para los alemanes es terreno intransitable. Y con razón. 

Pero ahora Alemania le quiso dar una lección a Qatar, y tuvo un desplante grave en ese país árabe: su ministra del Interior, Nancy Faeser, se apersonó en el estadio donde jugó su equipo desplegando el brazalete “One Love”, que simboliza la defensa de los derechos de la comunidad LGBT en Occidente, pero que está prohibido en Qatar. 

La alemana escudó su grave ofensa en su pasaporte diplomático. 

Las reacciones en Qatar no se hicieron esperar. Un usuario en Twitter escribió: “Usted debe respetar nuestra religión y nuestra cultura. Si le desagradan, váyase”. 

Ya desde octubre la tormenta se veía venir, cuando la ministra Faeser hizo declaraciones públicas en el sentido de que en su viaje a Qatar enfatizaría que eventos como la Copa del Mundo deben vincularse a criterios de respeto a los derechos humanos. Esa declaración originó que el embajador alemán en Qatar, Claudius Fischbach, fuera citado a consultas por el Ministerio de Asuntos Exteriores catarí. 

¿Hasta dónde es plausible que Occidente tenga estos desplantes? Qué bueno que en nuestra cultura se ha avanzado en materia de derechos humanos; pero eso no le da derecho a ningún país a utilizar un evento deportivo para escupir valores a otra nación. Alemania le faltó el respeto a Qatar. Me imagino la ácida reacción del embajador Wolfwang Dold si, por ejemplo, los indígenas Ohuira que se manifestaron anteayer frente a la embajada de Alemania en México hubiesen llegado con la suástica dibujada en sus pancartas para defender a su etnia en Sinaloa de una empresa alemana, argumentando que lo que quieren es “paz”. 

FLAPPER 

La compañía de aviación privada bajo demanda que dirige Paul Malicki levantó seis millones de dólares para mantener el ritmo de su inversión en tecnología y operaciones de vuelo. Su prioridad en 2023 es “ampliar el mercado mexicano”.

POR CARLOS MOTA
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