Las elecciones de medio término, que tuvieron lugar el pasado 8 de noviembre en los Estados Unidos de América, arrojaron algunas sorpresas de cara a la elección de 2024. La “ola roja” anunciada por Trump no se dio. La elección fue mucho más competida para los republicanos de lo que esperaban.
De acuerdo a los resultados que tenemos hasta el momento, los republicanos lograron el control de la Cámara de Representantes, pero no por muy amplio margen; en tanto que el Senado quedaría bajo el control de los demócratas. En las elecciones estatales, la competencia entre ambos partidos es muy cerrada, con resultados por definirse.
La gran revelación de la elección fue la figura de Ron DeSantis, quien hace cuatro años había ganado la gubernatura de Florida por muy escaso margen sobre el demócrata Andrew Gillum, y que en esta elección tuvo una victoria contundente, lo que lo convierte en un serio aspirante a la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Varios de los candidatos más radicales apoyados por el expresidente Donald Trump no obtuvieron el triunfo esperado, en una señal clara de los electores norteamericanos de rechazo a posiciones extremas.
Algunas figuras de primer nivel del Partido Demócrata no lograron resultados positivos, como son los casos de Beto O´Rourke en Texas y Stacey Abrams en Georgia. El problema principal que actualmente tiene el partido del presidente Biden es que la única candidatura competitiva de cara al 2024 parece ser la del propio Biden.
La victoria de los republicanos en la Cámara Baja y la reelección en Texas de Greg Abbott tendrán impactos directos en la relación entre México y los Estados Unidos, toda vez que la cuestión migratoria seguirá teniendo una alta prioridad en la agenda y será un importante tema de campaña.
La victoria republicana en la Cámara de Representantes y la posibilidad de que Kevin McCarthy sea el nuevo líder ,en sustitución de Nancy Pelosi, podría traducirse en obstáculos para que la administración Biden impulse su agenda de gasto expansivo para reactivar la economía, como es el caso del programa de infraestructura de 1.2 trillones de dólares.
De cara a 2024 Biden enfrenta un escenario complejo, no sólo por sus bajos niveles de popularidad de alrededor del 44 por ciento, sino también por los elevados e históricos niveles de inflación. En algunos estados de la unión se aprobó la ampliación del programa de salud Medicaid y el aumento el salario mínimo, como medidas paliativas ante la pérdida de poder adquisitivo.
Los resultados de las elecciones tendrán impacto directo en la relación binacional principalmente en la implementación del T-MEC en temas sensibles para demócratas y republicanos como reglas de origen, política energética y cuestiones laborales. No podemos olvidar que el panel solicitado por Canadá y Estados Unidos en materia energética, podría activarse en cualquier momento con repercusiones que podrían ser muy negativas para nuestro país. Habrá que estar atentos, en los próximos días, de los resultados definitivos, porque lo que sucede en Estados Unidos tiene gran impacto en nuestro país, querámoslo o no.
POR GINA ANDREA CRUZ BLACKLEDGE
SENADORA
PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE RELACIONES EXTERIORES AMÉRICA DEL NORTE EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA
TWITTER: @GINACRUZBC
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