En nuestro país, es ya casi una tradición que se presenten reformas electorales después de cada proceso electoral federal, ejercicio que sin duda, ha contribuido al fortalecimiento de la democracia, al reconocer que posibles enseñanzas de mejora existían, así como qué prácticas contrarias al proceso democrático, convenía combatir. En todos los casos, las propuestas de reforma provenían mayoritariamente de opositores al gobierno en turno, lo que ayudó en su momento a generar desde el año 2000, una alternancia en el poder.
Es por ello, que en Acción Nacional hemos recibido la reforma que envía el ejecutivo con absoluta seriedad y con el compromiso de no permitir más que este órgano legislativo sea utilizado como una simple oficialía de partes del presidente, para asegurar que la reforma, como en el pasado, busque perfeccionar la democracia y no crear mecanismos para perpetuar el gobierno actual en el poder.
Uno de los temas constantemente señalados y en los que Acción Nacional ha coincidido, es en la integración de la Segunda Vuelta Electoral. Vivimos en una república democrática con pluralidad de opiniones; por ello, consideramos que para que haya una mayor certeza sobre quien debe de ser electo en los diversos puestos de elección debe instaurarse la figura de segunda vuelta electoral simultánea. Ello significa que en la jornada electoral se establece un mínimo de votación mayoritaria para que se declare un vencedor.
En caso de que esta mayoría no se alcance por uno de los contendientes, en una fecha predeterminada posterior se vuelve a convocar a elección, pero quedando en la boleta únicamente los 2 candidatos que hayan tenido el mayor número de votos. Ello permite a los votantes decidir ahora entre solamente estos 2 candidatos por cual decantan su elección lo que permite que el candidato ganador efectivamente haya sido electo por la mayoría absoluta del electorado.
La segunda vuelta electoral es una figura que existe desde el siglo XIX. Es una figura electoral de origen francés y se produce cuando los candidatos a la presidencia o a la jefatura de gobierno no alcanzan la mayoría absoluta o los porcentajes establecidos en la Constitución. Y es una herramienta utilizada en MAAregímenes con forma de gobierno presidencialista y semipresidencialista.
Las ventajas que otorga la segunda vuelta son: dotar de legitimidad democrática o política a los candidatos electos; favorece la construcción de alianzas o gobiernos de coalición y genera una mayor gobernabilidad al sistema político. Nuestra propuesta es un instrumento eficaz para dotar de legitimidad al gobernante sin excluir las ideas y propuestas de otros actores o partidos que
coincidan en impulsar una candidatura.
Generando de esta manera coaliciones de gobierno más estables, promoviendo acuerdos y negociaciones entre partidos y candidatos con el fin de obtener el umbral mínimo de votación para obtener el triunfo (50% + 1), ante lo cual la ciudadanía ganaría en representatividad.
Garantizando un resultado electoral irrefutable y un amplio respaldo popular para el ganador, evitando así la judicialización de los procesos electorales por contar con resultados más contundentes.
La Reforma Electoral enviada por el presidente no es algo menor, pero resulta preocupante que bajo el principio de la austeridad se pretende debilitar a las instituciones electorales y subordinarlas al poder público.
DIP. JORGE ROMERO HERRERA
COORDINADOR DEL GPPAN
MAAZ
