Tristemente, para millones de familias en este país, la cuesta de enero será tan prolongada que pudiera extenderse a otros meses. En el primer minuto de este 2022 el precio de los combustibles sufrió un incremento y, en algunos puntos, se vende hasta en poco más de 25 pesos el litro.
Si suben los combustibles, por obvias razones suben también, los precios de muchos productos: este año hasta a las mascotas les toca que su alimento se encarezca. Pero los productos de la canasta básica tampoco están exentos y hoy cada vez alcanza menos para llevar el sustento a la mesa.
Si miramos en lo macro, la inflación sigue imparable, nuestra moneda ha perdido valor frente al dólar; la Bolsa Mexicana de Valores inició este año con el pie izquierdo; los bancos dicen que hay menos contrataciones de créditos personales: todos síntomas de que las cosas no van bien en el país.
Por si esto no fuese suficiente carga, la cuarta ola, provocada por la variante Ómicron del Covid-19, cierne ya su sombra sobre nuestra vapuleada economía y nuestro exhausto sistema de Salud. Y la inseguridad, los feminicidios, la falta de medicamentos, siguen sin resolverse, causando pena y dolor en cientos de miles de familias.
Hace apenas unos días la Coparmex nos recordaba que el año que se fue es considerado, para muchos, un año perdido por la falta de apoyos gubernamentales, la elevada inflación, la salida de capitales y la menor atracción de inversiones, lo que provocó que casi 4 millones de mexicanos cayeran en condiciones de pobreza, algunos por la pérdida de ingreso, por lo que advirtieron que, si no se toman cartas en el asunto, este 2022 podría ser muy similar.
Por eso, quienes tenemos la enorme responsabilidad de representar a la gente, tenemos que trabajar todos los días en recuperar la grandeza de esta tierra, en que cada familia tenga un mejor aquí y ahora, pese a lo sombrío que parezca el panorama.
Nuestros propósitos de año nuevo son que pare esta hemorragia de ejecuciones, que no haya ni una niña ni mujer más asesinada por el simple hecho de ser mujer, que nadie más pierda su empleo o baje la cortina de su negocio por la pandemia; que quien esté enfermo reciba tratamiento puntual y completo. Es posible lograrlo si trabajamos todos unidos, con madurez, cooperación y una ruta clara: recuperar a México y a Veracruz.
POR ANILÚ INGRAM VALLINES
COORDINADORA DEL GRUPO LEGISLATIVO DEL PRI EN EL CONGRESO DE VERACRUZ
@ANILUINGRAM
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