Todo empezó con unas llamadas y reuniones virtuales, el hidrógeno verde estaba sobre la mesa a nivel mundial como parte de los esfuerzos de combate al cambio climático, pero había que trabajar en el desarrollo de la idea y, más que eso, se necesitaban articular estrategias y acciones para detonar la industria de ese energético en México.
Así fue como nació —en plena pandemia— la Asociación Mexicana de Hidrógeno (AMH), con mucho entusiasmo de sus asociados fundadores; hoy el organismo suma casi 50 agremiados.
Había que socializar el tema, dar a conocer los beneficios de producir y utilizar hidrógeno verde, y ubicar los retos a los cuales nos enfrentábamos. Cuando se quiere detonar una industria siempre existen grandes desafíos, pero también grandes oportunidades.
Afortunadamente, la fundación de la AMH coincidió con la elaboración de un diagnóstico sobre el potencial del combustible ecológico en México, por parte de una consultoría, cuyos resultados y conclusiones se darán a conocer próximamente.
Desde la AMH estamos convencidos de que dicho diagnóstico será central para avanzar en la planeación y elaboración de una hoja de ruta para el hidrógeno verde, es decir, de una estrategia nacional de Hidrógeno.
De igual forma es importante trabajar en una política industrial, en regulación y en normas oficiales de la materia. Países como España y Chile —con quienes la AMH ya ha establecido alianzas estratégicas— han elaborado estrategias nacionales y los resultados ya son visibles.
En la región noreste del país se tienen las condiciones necesarias para detonar una industria regional del hidrógeno lo suficientemente sólida. Dicha zona tiene energía renovable para producción del hidrógeno verde, una industria que podría consumir ese energético, y puertos que permitirían la exportación a Europa.
Además, la frontera con Estados Unidos permitiría la exportación del hidrógeno vía terrestre o a través de la inyección del hidrógeno en ductos de gas natural, para aprovechar la infraestructura existente.
Sin embargo, esa no es la única opción, existen otras regiones en la República con las condiciones similares.
El país tiene un gran potencial, solo hay que sentar las bases y echar a andar los proyectos para no quedarnos como meros espectadores de las disrupciones que ya se están dando alrededor del mundo.
México tiene la última la palabra.
POR ISRAEL HURTADO
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE HIDRÓGENO
@ISRAELHURTADOA Y @AHIDROGENO
PAL