La sucesión presidencial se adelantó dos años, y fue el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, quien alborotó el gallinero.
Acostumbrado a romper tradiciones de la vieja política mexicana, esta semana, en la mañanera, soltó algunos nombres: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Tatiana Clouthier, Juan Ramón de la Fuente y Esteban Moctezuma.
La nota, como decimos los periodistas, no fueron los nombres que mencionó el lunes en la mañanera, sino los que excluyó, consciente o inconscientemente. Tan notorio fue el “desliz”, que el miércoles volvió al tema. Intentó corregir lo que había dicho dos días antes, pero con poco tino.
“Nosotros tenemos muchísimos con posibilidad de llegar a ser presidentes, mujeres y hombres, el problema lo tiene la oposición”, dijo.
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Aunque esta vez sólo aludió a dos personas, a las que, según él, quieren echar a pelear sus adversarios políticos. “Desde luego poner a pelear a Marcelo con Claudia, muy vulgar, porque ni Marcelo ni Claudia van a caer en la trampa”, aseguró.
Después descalificó a varios personajes de la oposición, como posibles candidatos a la Presidencia, desde periodistas hasta empresarios y militantes de otros partidos. El mensaje no sólo llegó a los de enfrente, también fue escuchado por los de casa.
Por ejemplo, uno de los que brilló por su ausencia en las primeras declaraciones de AMLO fue Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado. Llamó la atención esta exclusión, porque no hay un lugar en el círculo rojo en el que no se le considere como uno de los principales candidatos a la Presidencia en 2024.
De hecho, de todos los mencionados en los últimos tiempos es el que menos dolores de cabeza le ha dado al inquilino de Palacio Nacional. Por el contrario, son varias las muestras de lealtad del zacatecano.
Desde haber renunciado a la jefatura de Gobierno de la CDMX, en 2018, para dejar el camino libre a Sheinbaum, hasta todas y cada una de las maniobras para sacar adelante las reformas de la 4T, incluido el transitorio que busca ampliar el periodo del actual presidente de la Corte, que tantos dolores de cabeza ha provocado por todas partes.
Esas son algunas de las razones por la que varios se quedaron con ojos de plato cuando Monreal fue “excluido” por el de Macuspana. Pero quién sabe si eso sea relevante para el jefe de los morenistas en la Cámara alta. Después de las elecciones del pasado 6 de junio, Monreal prendió el motor de toda la maquinaria que tiene a su alcance con miras al 24.
Los tiempos se adelantaron y este es el último tren que tiene para subirse a la Presidencia de la República, con o sin descartes, desde el púlpito de la mañanera: con tapados y destapados, dentro y fuera de Morena.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
dza