Cubetazos, sillazos, piquete de ojos y golpes en salva sea la parte se están dando en el PRI, tras la derrota electoral del pasado 6 de junio, en la que el tricolor perdió ocho gubernaturas, aderezado con el inicio de la carrera rumbo a la candidatura presidencial de 2024.
En la batalla campal por el control del partido, y por supuesto por la construcción de una candidatura a la silla del águila, hay varios involucrados, desde los llamados “puros”, los excluidos de las postulaciones y el bloque de los Murat. Todos en busca de la destitución de Alejandro Moreno como su presidente nacional.
Es el exgobernador de Oaxaca, José Murat, padre del actual gobernador de esa entidad, Alejandro Murat, la punta de lanza para debilitar y tratar de tumbar al dirigente, que perdió hasta la camisa campechana en las pasadas elecciones frente a Morena.
Porque Alito dejó fuera de la reelección a priistas de cepa, como René Juárez, su líder de bancada de diputados federales en la legislatura que termina en agosto, dejó sin apoyos a candidatos, y no ha convocado a la Asamblea Nacional que debió realizarse en febrero pasado.
Para su relevo mencionan a Francisco Labastida, Dulce María Sauri, Miguel Osorio, Eruviel Ávila y el doctor José Narro. Ninguno de ellos ha dicho abiertamente “quiero”, pero tampoco “no quiero”.
En el CEN priista tachan a esta rebelión (incluidos Alejandro y José Murat) como “traidores”, “aliados de Morena”; curiosamente los mismos epítetos que endosaron a Alito cuando asumió la dirigencia en agosto de 2019. “La de Alito no es una dirigencia impuesta desde Los Pinos, como era antes. Fue electa por la militancia para un periodo de cuatro años, debe permanecer hasta finales de 2023, así lo decidió la militancia, los que piden su destitución son aliados de Morena”, me dijo un integrante de la cúpula del tricolor. Sin embargo, admiten que Alejandro Murat, hoy por hoy, es “el más visible” de los presidenciables de ese partido. Lo que es un hecho es que a Alito se le está formando una rebelión interna que puede convertir al priismo, a lo mucho, en la mejor cantera de cuadros… de Morena.
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EN EL VISOR: Se debilita la Alianza Federalista. De los 10 estados que la integran, perdió dos en la reciente elección de 15 gobernadores: la morenista Indira Vizcaíno le arrebató Colima, y Alfredo Ramírez Bedolla, Michoacán. Y el próximo año, podría ser Tamaulipas.
POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN.
RAYMUNDO.SANCHEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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