En la elección que tendremos en el Estado de México dentro de 18 días, está en juego mucho más que 125 presidencias municipales y sus cabildos, el 60% de las diputaciones locales de mayoría y el 14% de los diputados federales electos de todo el país.
En este territorio, que reproduce todos los climas naturales y políticos, consumos culturales y contrastes que existen en México, los cuatro partidos principales se juegan desde su supervivencia (el PRD), el control del Ejecutivo (el PRI), la alternancia en la gubernatura (Morena) o el sustento de una aspiración (PAN).
Si alguna vez se ha valido el uso de una frase común, es aquí y ahora: ésta sí que será la madre de todas las batallas. Y, por irónico que parezca, el contrincante de cada una de estas fuerzas políticas lo tienen, principalmente, en casa.
Canibalismo de izquierda
En cuatro de los municipios más grandes del Edomex que gobierna Morena, el único problema que tiene este partido para refrendarlos es… Morena mismo.
Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Naucalpan y Atizapán tienen como protagonistas de su competencia electoral a heridos del proceso interno del partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador o a grupos antagónicos dentro de ese instituto.
No es poca cosa lo que representan estas demarcaciones. En éstas, vive uno de cada cinco mexiquenses (2 millones 990 mil 479 personas). Manejan 12.9 mil millones de pesos (4.5% del Presupuesto del Edomex) y suman 2 millones 402 mil 256 personas del padrón electoral, el equivalente a 8% de los votos con los que ganó López Obrador la Presidencia.
En Neza, a Emilio Ulloa le ha faltado mostrar más músculo. Él lidera un grupo de morenistas que controla una buena parte del territorio y hará más fuerte la ventaja de Adolfo Cerqueda, el candidato de Morena a la alcaldía y puntero en las preferencias electorales.
En ese municipio, la distancia que marca la encuesta de El Heraldo de México es de 4 puntos a favor de Cerqueda.
En Izcalli, la refriega entre el Grupo Acción Política (el GAP, del senador Higinio Martínez y el titular de Aduanas, Horacio Duarte) y Los Puros, de Daniel Serrano, están metiendo a un desgaste innecesario al candidato de Morena a la presidencia municipal, que es el propio Serrano.
Al no haber conseguido que el actual alcalde de Izcalli, Ricardo Núñez –la propuesta del GAP–, se quedara para buscar la reelección, el grupo de los texcocanos ha dejado que la campaña se meta a un ritmo más intenso, y aunque al final ayudarán a que el resultado favorezca a Serrano, no quieren dejar que se note contundente.
En Naucalpan y Atizapán, donde dos mujeres ex panistas encabezan las alcaldías y buscan la reelección (Patricia Durán y Ruth Olvera), los grupos intestinos de Morena han acusado que no fueron integrados en los proyectos y jerarquías de ambos gobiernos municipales, por lo que tampoco están contando con el apoyo de toda esa estructura.
El riesgo es que dejen que se abra, como en 1996, un nuevo corredor azul, pues la indiferencia o el apoyo a otros candidatos, de parte de los morenistas, ha favorecido principalmente al PAN. Morena aventaja al PRIANREDÉ en Naucalpan apenas por un punto, y en Atizapán va abajo por 8.5.
Con ello, perderían un importante margen de acción y control tanto para la elección gubernamental de 2023 como para la presidencial y de Congreso del año siguiente.
PRI, ¿ganar perdiendo o perder ganando?
Una de las máximas y usos y costumbres de la 4T en los tiempos electorales corrientes es: deja a los gobernadores hacer en su elección local, pero que no se metan en la federal.
En otras palabras, el interés principal del Ejecutivo federal es mantener el férreo control en la Cámara de Diputados. Por su tamaño, el Estado de México permite competir directamente por la sexta parte de los diputados federales de mayoría.
Por ninguna razón, Morena quiere perder ese espacio. En 2018 ganó casi todos los distritos de mayoría del Edomex (38 de 41), más un buen número de representación proporcional.
El dilema aquí lo tienen el PRI y el Ejecutivo estatal. En los últimos días, operadores, candidatos y personajes de Morena en la entidad han notado la mano sutil, en bajo perfil, pero consistente, de priistas que están concentrados únicamente en el resultado de la elección intermedia federal.
Una de estas operadoras en el Valle de Toluca, señalan, es Martha Hilda González, la secretaria del Trabajo y ex alcaldesa de Toluca. Un resultado positivo, refieren, la posicionaría como una natural candidata al gobierno del Estado por el PRI, pues con los recientes ajustes de género en la política electoral, indican que el tricolor podría nombrar a una mujer para esa candidatura.
Sin embargo, el PRI y el gobierno estatal de Alfredo Del Mazo tendrán que definir qué prefieren: ¿un mayor peso en la Cámara de Diputados a cambio de mancillar la excelente relación del Gobernador y el Presidente López Obrador?
El dilema tricolor en esta elección no está centrado, pues, ni en el control de los ayuntamientos ni en recuperar el Congreso local, sino en definir si quieren ganar perdiendo o perder ganando.
Sobrevivir; seguir aspirando
Para el PAN y el PRD, el resultado de esta elección pondrá a prueba la verdadera intención de la alianza PRIANREDÉ: presentar un candidato común en 2023 para la gubernatura, y convencer al PRI, además de subirse a ese barco, de que permita que lo navegue un panista: Enrique Vargas.
Para Vargas, el alcalde con licencia de Huixquilucan, demostrar que puede rehacer el cinturón azul y ganar con amplios márgenes lo pondría en el lugar por el que ha estado trabajando desde hace al menos 10 años: erigirse en el personaje de la Oposición más fuerte en la entidad
El PRD, por su cuenta, tiene un incentivo más: de no conseguir subir su votación, prácticamente recibiría la estocada final de una muerte anunciada desde 2016, cuando comenzaron a perder poder.
Esta elección, definida por la politofagia, es como una pregunta con opción múltiple de respuesta: alistará el terreno para quienes buscan la alternancia en el Gobierno estatal, permitirá reunir en un mismo partido al Congreso y al Ejecutivo locales o dará tranquilidad para consolidar el siguiente paso de la Cuarta Transformación. Escojan ustedes.
Por HUGO CORZO
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