LA ENCERRONA

Sororidad Política

Existen algunos avances en la arena política de nuestro país, como tener paridad de género en la Cámara de Diputados y en las candidaturas

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A tan solo unos días de haber comenzado las campañas electorales, el golpeteo político ya se deja sentir. En el norte del país, la candidata para la gubernatura de Chihuahua, María Eugenia Campos, alcaldesa con licencia, quien ha dejado resultados tangibles para la capital del estado y quien lidera las preferencias, es víctima de persecución política por parte del grupo en el poder en la entidad (de su mismo partido) y, como era de esperarse, se han sumado los partidos opositores queriendo —sacarla— de la contienda a como dé lugar.

En este sentido, la actuación de sus oponentes formales, como lo son MC y Morena, es parte de las campañas de contraste (guerra sucia), y que se realizan para desprestigiar a cada puntero en el proceso electoral, como lo es la candidata Maru Campos.

Sin embargo, los señalamientos de su mismo partido, aunque distinto grupo, nos podrían hacer pensar que el actual gobernador tiene distintos intereses que la victoria de una mujer competente y proba, una mujer que logrará estrechar desigualdades en la sociedad chihuahuense.

Ahora bien, es muy sabido por todas las mujeres que hemos incursionado en el ámbito político, que este es un mundo dominado por hombres en el cual a nosotras nos ha costado mucho más abrirnos espacios. Solo basta echar un vistazo a la historia: fue hasta el 17 de octubre de 1953 cuando las mujeres recibimos el goce de la ciudadanía plena y el 3 de julio de 1955 pudimos ejercer el derecho de votar y ser votadas.

Lo anterior no se debe a un cambio en la percepción de los ocupantes de la vida pública del país, sino que las mujeres de aquellos años lucharon para conseguirlo, tal es el caso de Aurora Jiménez, quien también logró ser la primera diputada del país. En el ámbito legislativo, las primeras mujeres en el Senado mexicano fueron Alicia Arellano y María Lavalle, ambas oriundas de Campeche y esta última también fue la primera abogada en su estado natal, quienes también obtuvieron estas distinciones luchando. 

Sin embargo, tuvieron que pasar 24 años desde que las mujeres obtuvimos derechos políticos, para que una mujer lograra ser gobernadora en la figura de Griselda Álvarez, quien estuvo al frente del estado de Colima y, posteriormente, solo 8 mujeres más han ocupado la titularidad del Poder Ejecutivo estatal. No puedo dejar de mencionar a Martha Erika Alonso, quien fuera gobernadora electa del estado de Puebla, pero que un fatal accidente le quitó la vida.

En la actualidad existen algunos avances en la arena política de nuestro país, como tener paridad de género, tanto en la Cámara de Diputados como en las candidaturas, pero aún resta mucho por hacer. Erradicar cualquier tipo de violencias en razón de género, ya sea laboral, familiar, salarial, social y, por supuesto, en política. Hoy, las mujeres nos unimos en contra de aquellos quienes quieran restar nuestros derechos políticos, tal y como le está sucediendo a Maru Campos.

Mi solidaridad, apoyo y sororidad para ella y para todas las mujeres candidatas —sin distingo partidista— y que sufran cualquier tipo de acciones y actitudes en contra de nuestros derechos y libertades.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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