COLUMNA INVITADA

A un año de ausencia… protocolos de presencia ya

México es uno de los países con el cierre de escuelas más prolongado, pensar en las niñas, niños y jóvenes es garantizar todas las condiciones necesarias para que puedan retomar actividades presenciales

OPINIÓN

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Laura Ramírez / Directora de activación de agentes en Mexicanos Primero / Columna InvitadaCréditos: Especial

En México existen 26 millones de niñas, niños y jóvenes que llevan un año fuera de la escuela por la pandemia de COVID 19 y pese a los anuncios del gobierno de que pronto abrirán pilotos de actividades presenciales en Campeche, hoy no existen protocolos, ni acuerdos normativos, ni lineamientos, ni planes piloto reales y efectivos que permitan, como en otros países, un regreso seguro y ordenado.

El riesgo que tienen NNJ de contagiarse existe, pero una actitud omisa no es la que va a protegerlos. Ellas y ellos ya están en contacto con adultos que salen a trabajar o acompañan a sus mamás a los mercados y a los comercios, pero el riesgo más grave es su ausencia de las escuelas que tendrá un impacto de largo plazo y la ausencia de las decisiones para el regreso puede ser más duradero que la crisis de salud:

  • Estimamos que alrededor de 4.5 millones NNJ pueden quedar fuera del sistema educativo: urgen protocolos que permitan a cada comunidad escolar detectar quienes no están regresando y se generen estrategias entre escuela y familia para que ninguno se quede sin la posibilidad de retomar el contacto con su maestra o maestro.
  • Combatir el resago: NNJ perderán el equivalente a 3 años escolares es decir, no pueden aprender aprender lo que quieren y necesitan para su desarrollo social, físico, cognitivo y socioemocional acorde a su edad biológica. El aprendizaje a distancia fue este año una medida necesaria para mantener algunas actividades de aprendizaje pero no es suficiente, hoy se requieren evaluaciones diagnósticos y rutas para que cada NNJ recupere lo que no aprendió y pueda seguir aprendiendo.
  • Las NNJ están viviendo condiciones perjudiciales para su salud socioemocional: hay NNJ que están viviendo condiciones de violencia doméstica aumentada por el encierro, e incluso quienes viven en hogares seguros han debido afrontar el estrés, la tristeza y el miedo que esta situación genera; la escuela, el acompañamiento de sus docentes y de sus compañeras y compañeros es prioritario para detectar y canalizar casos extremos y para recuperar los leves que de una u otra manera han tenido impacto en las emociones de nuestras NNJ.

Las y los docentes, las familias y las y los estudiantes conocen estos riesgos; se sienten preocupados por las condiciones de las escuelas, la lentitud del proceso de vacunación y la falta de protocolos claros pero también saben que cada vez es más difícil establecer contacto digital entre docentes y estudiantes, en algunos casos por falta de conectividad, en otros por falta de relevancia; las NNJ están cansados de aprender sólo con el contacto del televisor y mandar tareas por mensajes de WhatsApp o Google Classroom. Necesitan jugar, necesitan contacto, necesitan presencia. 

México es uno de los países con el cierre de escuelas más prolongado, pensar en las niñas, niños y jóvenes es garantizar todas las condiciones necesarias para que puedan retomar actividades presenciales que les permitan seguir aprendiendo y contar con el acompañamiento socioemocional para superar esta difícil situación. Pensemos en ellas y ellos, busquemos alternativas reales y seguras para sacarlos del encierro, para que su derecho a aprender no se detenga.

POR LAURA RAMÍREZ
DIRECTORA DE ACTIVACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO
@LAURAMI0316

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