MEXICANOS PRIMERO

Es momento de incluir a las niñas

Esto sucede de manera oportuna en el mes conmemorativo de la mujer, lo cual invita a reflexionar que, todos los cambios que buscamos en la lucha por la igualdad sustantiva deben de empezar con la mejora de la realidad de las niñas y adolescentes

OPINIÓN

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Jeny Farías/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La semana pasada fue aprobada en Michoacán una reforma a la Ley de Educación del estado, para que, de forma gradual y progresiva, se facilite el acceso gratuito a productos de salud menstrual en escuelas públicas. Además, se modificó el párrafo que habla de educación sexual integral y reproductiva, para que de manera expresa diga que ésta incluye la educación menstrual.

Esto sucede de manera oportuna en el mes conmemorativo de la mujer, lo cual invita a reflexionar que, todos los cambios que buscamos en la lucha por la igualdad sustantiva deben de empezar con la mejora de la realidad de las niñas y adolescentes.

Hay muchos temas relevantes alrededor de esta premisa, pero hablamos muy poco sobre algunos de ellos, como es el caso de la menstruación, pues culturalmente se trata de un tabú que ha propiciado que se agrande la brecha de desigualdad por género.

Cuando niñas, adolescentes y otras personas menstruantes no cuentan con la capacidad económica para gestionar de manera adecuada sus períodos, padecen de pobreza menstrual, misma que aumenta las posibilidades de un menor nivel de concentración en la escuela, por estar preocupadas por no mancharse y pasar vergüenza por ello o hasta de ausentarse de ella.

A esto le sumamos que no todos los centros escolares cuentan con la infraestructura necesaria de baños, agua corriente y privacidad adecuada para que las alumnas puedan gestionar de manera adecuada su menstruación.

Sin embargo, son pocos los tomadores de decisiones de la educación -y de otros sectores involucrados-, los que están abordando la problemática desde esta perspectiva, pues como mencionaba antes, se trata de un tema que, como sociedad, no estamos acostumbrados a tratar y además pasa desapercibido por la mayoría de los varones. Esta omisión podría estar dejando a las niñas atrás.

Es de destacar que, el año pasado, fue presentada una iniciativa federal, con las mismas particularidades que la reciente reforma michoacana aprobada, la cual se quedó en el cajón ese, al que van todas las propuestas por las que no hay mucho interés o voluntad política.

Urge rescatarla, y urge también que, desde los movimientos reivindicatorios feministas, el activismo por los derechos humanos, las protestas públicas, los posicionamientos y las acciones políticas, incluyamos los problemas y las barreras a las que se enfrentan las niñas e incluso que escuchemos su voz.

Queremos cambios, queremos equidad, igualdad y decisiones tomadas siempre con perspectiva de género, y es momento de decir que la revolución será con las niñas o no será.

POR JENY FARÍAS
DE PROYECTOS ESPECIALES Y OPERACIONES
@JENYCA

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