COLUMNA INVITADA

La pandemia de la desigualdad

¿Qué tanto talento, inteligencia y trabajo se necesitan para comprar una empresa estatal previamente saboteada para rematarla a precio de ganga, cuando, además, te la vende un gobierno que será tu cliente y te dará los recursos para pagarla?

OPINIÓN

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Circe Camacho/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hay quienes piensan que existen personas en pobreza porque no trabajan, no se esfuerzan o no se levantan temprano. Vaya falacia. 

Está más que documentado que estas fortunas o las heredaron, las obtuvieron haciendo suyo lo que era de todas y todos; o bien, es producto de vínculos con la delincuencia

O, como explicara Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, “se ha comparado al covid-19 con una radiografía que ha revelado fracturas en el frágil esqueleto de las sociedades que hemos construido y que por doquier está sacando a la luz falacias y falsedades: la mentira de que los mercados libres pueden proporcionar asistencia sanitaria para todos; la ficción de que el trabajo de cuidados no remunerado no es trabajo; el engaño de que vivimos en un mundo postracista; el mito de que todos estamos en el mismo barco. Pues si bien todos flotamos en el mismo mar, está claro que algunos navegan en superyates mientras otros se aferran a desechos flotantes.” 

 ¿Qué tanto talento, inteligencia y trabajo se necesitan para comprar una empresa estatal previamente saboteada para rematarla a precio de ganga, cuando, además, te la vende un gobierno que será tu cliente y te dará los recursos para pagarla? 

¿En serio se requiere mucho talento, inteligencia y trabajo para comprar una televisora con el dinero que te prestó el hermano del presidente que te la vendió? 

No nos engañemos, las desigualdades sociales no son producto del esfuerzo de unos pocos ni de la flojera de todos y todas las demás. 

El Estado delegó sus responsabilidades para beneficiar a unos pocos, quienes no dudaron en saquear las arcas públicas o coludirse con el crimen organizado para enriquecerse hasta la náusea, ¿o de dónde creen que salieron los 48 mil millones de pesos que 23 mexicanos tienen en Andorra

Este es solo un ejemplo y hablamos de, en promedio, más de 2 mil millones de pesos por cada uno de estos 23 mexicanos que, según creen algunos, es resultado de talento, inteligencia y trabajo. Sí, ajá. 

Lo único cierto es que estas mismas élites económicas han puesto todo a su favor para mantener sus privilegios y prueba de ello es que en tan solo nueve meses las mil mayores fortunas del mundo han recuperado el nivel de riqueza que tenían antes de la pandemia, mientras que las personas en pobreza tardarán de una década en recuperarse. 

La pandemia por covid-19 ha hecho más evidentes estás desigualdades y si bien se está avanzando para erradicarlas, no habrá esfuerzo suficiente mientras perpetuemos estos mitos. 

Estamos a tiempo de quitarnos esas telarañas de la cabeza y trabajar en la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades, para que sea una competencia justa y no sigamos viendo cómo algunos salen con ventaja y el favor del árbitro.  

De lograrlo, encontraríamos el verdadero talento, inteligencia y trabajo de la gran mayoría de las y los mexicanos. 

POR CIRCE CAMACHO
COORDINADORA DEL PARTIDO DEL TRABAJO, EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 
@CAMACHOCIRCE 

 

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