En un país en el que la sutileza del café de cada mañana se acompaña de la #Mañanera, que no es otra cosa que la construcción de la opinión-percepciones de una nación desde el mismo lugar desde el que se gobierna; tuve que leer tres veces la siguiente frase: "Si el mundo fuera una empresa privada y sus líderes fueran directores ejecutivos de corporaciones, todos estaríamos despedidos y quebrados".
Mi sorpresa tiene tres orígenes: primero, la alternancia en el poder presidencial nos hizo capaces de cambiar nuestra percepción de que político es sinónimo de corrupto, a empresario equivalente de abusivo y fuente de corrupción; pero incapaces de discernir entre discurso y realidad de quien gobierna y de quienes dicen ser oposición.
Generar o construir opinión no es informar y mucho menos gobernar.
Segundo, en México confundimos aprobación gubernamental con acuerdo con el discurso, e incluso con empatía con el que gobierna. Ahí parte de la verdad que pronunció Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, en la COP-26 y que citamos al inicio de este artículo.
Tercero, gobernar es comunicar, pero comunicación sin sustancia es veneno. Dicen que no hay mal que dure 100 años, pero como dice la canción, “no quisiera ser el primer idiota en comprobarlo”, y en México, por obra y omisión, podríamos serlo.
Estamos pasando de aquella frase de Joseph de Maistre que dice que “cada nación tiene el gobierno que se merece” a ser instrumento de la paz del gobernante siendo utilizados para lo que el gobernante quiere.
Estamos en el momento preciso en el que se prueba la democracia más allá de las elecciones. ¿Seremos capaces? ¿Disfrazamos a la democracia de Santa Claus?
El pueblo organizador de la revocación de mandato: ¿pregunta o afirmación? Ambas. Afirmación para los ciudadanos que sabemos que las casillas de cualquier elección son presididas y operadas por ciudadanos. Pregunta para quien usa al pueblo como instrumento de su paz.
Pareciera que el debate entre el INE, el mayoriteo de Morena en la Cámara de Diputados y el Presidente se reduce a dinero o austeridad. Nada más falso, el costo real es la democracia.
A través de estrategias para generar opinión nos quieren vender que el contrapeso de la democracia es el Ejecutivo. Nada más falso y ofensivo para la democracia. Si acaso, insisto, si acaso, es el Legislativo que hoy no esta en condiciones por la pobreza de miras con la que actúan todos los partidos de oposición, en especial, el PRI y el PAN.
Así cierra el año en México. Entre ir contracorriente en materia energética, mientras proponemos ser un bloque comercial que compita con China. Niveles de inflación que se disfrazan de covid y se justifica en que no somos los únicos.
Antes se culpaba al gobernante cuando algo salía mal. Tenemos que empezar a culparnos a nosotros mismos, lo bueno y lo malo, no es él, somos nosotros. Como ciudadanos y liderazgo empresarial, estamos a punto de ser despedidos y sin liquidación.
¿Camino a ser el nuevo gigante de la televisión de América Latina? 9 de cada 10 mexicanos sintonizamos al menos uno de sus canales, 7 de cada 10 nos informamos a través de sus noticieros y programas de opinión. Agrégale que los partidos de la Selección Mexicana se vieron mayoritariamente por sus señales.
Claro, estamos hablando de TV Azteca y sus niveles históricos de audiencia. La tele es vigencia, pero si eso no es suficiente, tan solo ADN 40 tuvo más de 105 millones de visitas en el sitio web. Talento, ideas de vanguardia, hombres y mujeres que cuidan la calidad de sus contenidos para cubrir el espectro total que le da fidelidad de su audiencia.
POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ