UMBRAL

Cuando la inflación volvió

Tenemos una economía estancada por la falta de inversión y unas finanzas públicas insostenibles a mediano plazo por las pensiones

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 2021 fue el año en que volvió la inflación. Este fenómeno del que México y el mundo pensaron haberse librado desde los años 90 está de vuelta. En México este año el aumento de precios cerrará por encima de 7%, la más alta en los últimos 20 años. Pero no estamos solos, en Estados Unidos la inflación será de más de 6.5%, la más alta en 40 años. 

En EEUU el debate sobre el regreso de la inflación ha llevado la formación de dos posturas. Por un lado, están los que piensan que es transitoria. Este grupo, donde se encuentran economistas como Paul Krugman, ve a esta inflación como un fenómeno de oferta desencadenado por el COVID que ha llevado a que se rompan las cadenas de suministro, principalmente la de semiconductores, desencadenando un fenómeno de escasez y por ende de aumento de precios. Ante este diagnóstico es cosa de esperar a que se restablezcan estas cadenas para controlar la inflación; por lo que no es necesario aumentar las tasas de interés. Por otro lado, economistas como Olivier Blanchard, ven esta inflación no solo como un fenómeno de oferta, sino también de demanda. Argumentan que los estímulos económicos del año pasado y este en EEUU y Europa están generando esta inflación a través de un aumento desmesurado del consumo. 

La semana pasada, la FED parece haber tomado partido. No menciono la palabra transitoria en su anunció y adelantó que planea poner fin a su programa de compra de activos (bonos) y aumentar las tasas de interés en EEUU durante el próximo año. 

¿Qué consecuencias puede tener esto para México? 

Históricamente los aumentos de tasas de interés en EEUU no han sido benévolos para México. Tanto la crisis del 82 como la del 94 se puede argumentar vienen de un aumento de tasas al norte de la frontera.

Hoy, nuestra situación no genera demasiada tranquilidad. Tenemos una economía estancada por la falta de inversión y unas finanzas públicas insostenibles a mediano plazo por las pensiones. Hasta ahora, el peso se encuentra estable por el diferencial de tasas de interés entre México y EEUU que ha hecho a nuestro país muy atractivo para la inversión de cartera. El “carry” mexicano es de los mejores del mundo –los inversionistas pueden endeudarse en dólares a tasas reales negativas, prestar ese dinero en pesos y embolsarse la diferencia– sobre todo cuando nos comparan con Turquía o Brasil. Pero esto puede acabar con si la FED se ve obligada a aumentar las tasas de interés de forma sostenida y significativa. Los bonos del gobierno mexicano no pagarían lo suficiente para compensar los riesgos. 

Desafortunadamente este será un sexenio perdido en términos económicos, el PIB per capita de 2024 será menor al de 18. A estas alturas lo que hay que buscar es evitar una crisis financiera en la segunda mitad del sexenio, aunque tenga un costo en el corto plazo. Por esto es una buena noticia el aumento de 50 bps de la semana pasada. Ojalá los miedos sobre la autonomía de Banxico sean infundados y en el nuevo equilibrio de poderes en la junta de gobierno permita seguir por el camino de la cautela. 

JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAST

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