TOUCHÉ

#Ruta2021 comenzaron las campañas II

La persecución política aumenta en años electorales y en México comenzaron las campañas y el salpicadero de heces

OPINIÓN

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Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo De MéxicoCréditos: Foto: Especial

Ni esta época de fiestas nos salva de las campañas políticas, una tortura que dura meses. Las campañas negras no son nuevas en México. Su objetivo: destruir a los adversarios.

Prácticamente en todos los países donde hay elecciones más o menos democráticas,  son parte fundamental de las estrategias para ganar las urnas.

En las campañas negras se vale todo: mentir, manipular, difamar, engañar, chantajear, ocultar, amenazar, infamar, exagerar, menospreciar y exacerbar.

 También usan el prestigio, el origen, la familia, las amistades, las preferencias sexuales, el éxito empresarial, la historia profesional, los dislates, los errores del pasado, su comportamiento público y privado, el desempeño público, la religión, la ideología, la militancia partidista, los pasatiempos, las filias o las fobias.

Los blancos perfectos son: el adversario mismo, los cónyuges, los hijos, los padres, hermanos, tíos o primos. Las relaciones amorosas actuales o pasadas.

Se trata de identificar los puntos vulnerables, lo que más le duele o daña al contrincante para sacarle el mayor provecho posible. No importa se viola la ley, es un valor entendido. Quien se mete a la política debe estar consciente del riesgo de que su fama personal —o la de su familia— corre riesgo y debe estar dispuesto a pagar las consecuencias.

Las denuncias públicas, ciertas o no, son cosa cotidiana y las demandas legales, fundadas o no, muy frecuentes durante las campañas electorales. Ya sabemos todos que nunca prosperarán y que cuando pase la elección todo mundo hará como que no pasó nada. Borrón y cuenta nueva.

Son frecuentes las acusaciones por toda clase de delitos. Hasta por narcotráfico. Recuerdo el caso del hoy senador Manuel Añorve, quien en 2011 era candidato a gobernador de Guerrero.

 El diario Reforma publicó declaraciones de un testigo protegido de la entonces Procuraduría General de la República, quien aseguró que Añorve recibió 15 millones de dólares del narcotraficante Héctor Beltrán Leyva para su campaña. Dio detalles de una supuesta reunión donde, supuestamente, él entregó a Añorve los primeros cinco millones de dólares.

Dijo quiénes asistieron y en domicilio dónde se reunieron. Añorve dijo que era una infamia del PAN y PRD que acababan de aliarse para buscar la gubernatura guerrerense. Asistió voluntariamente a la PGR a declarar. Perdió la elección y el asunto se olvidó.

Otro caso más reciente es el de Ricardo Anaya, cuando compitió por el PAN y PRD para la Presidencia de la República. Lo acusaron de corrupción y lavado de dinero justo antes de arrancar la campaña electoral de 2018. Dos días antes de terminar el sexenio de Peña Nieto fue exonerado por no existir pruebas suficientes.

La persecución política es una realidad en México que aumenta en años electorales. Comenzaron las campañas y el salpicadero de heces. ¡Sálvese, o tápese, quien pueda!

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA